Ficha:
CMDC9
Autor-es:
Anónimo
Título normalizado:
Floreto de San Francisco
Variantes título:
"Este es el Floreto de sant Francisco, el cual tracta de la vida y miraglos del bienaventurado señor sant Francisco e de la regla de los frailes menores" (anteportada, Sevilla, 1492); Aquí se acaba el Floreto de san Francisco (colofón, Sevilla, 1492, f. 121r).
Segundo autor:
La compilación reúne textos franciscanos anónimos, así como otros de san Buenaventura, Tommasso da Celano, Ángelo Clareno, Francesco di Bartolo, Corrado d'Offida, Bernardo da Bessa, Bartolomeo da Pisa, beato Egidio, etc.
Fecha traducción:
ca. 1370-1450
Lengua de partida:
Latín
Testimonios impresos:
Un impreso: 1) Sevilla: Meinardo Ungut y Estanislao Polono, 1492, 24 de agosto.
Formato:
Folio
Repertorios:
Martín Abad. Inc, F-33; Martín Abad-Moyano Andrés, n. 16
En línea: ISTC if00290250; GW 10309.
Ejemplares:
Barcelona. BC: Esp. 15-Fol (mútilo de la h. 122 en blanco y las h. 1 , 2, 57, 84 y 85 sustituidas por reproducciones).
Bilbao. Diputación Foral: Inc. 5
Lisboa. BP: Inc. 175 (mútilo)
Madrid. BNE: I-1814 (mútilo b6 y b9, está última en blanco)
Ejemplares digitalizados:
Barcelona. BC: http://bvpb.mcu.es/es/consulta/registro.cmd?id=449140
Bilbao. Diputación Foral: https://bibliotecaforal.bizkaia.eus/record=b1116951~S6*eng
Facsímiles:
Edición basada en el ejemplar de Lisboa con introducción de José Adriano Freitas Carvalho, Porto,1989.
Paratextos socioliterarios:
En el prólogo, el compilador del Floreto se presenta como testigo ocular de las cosas que está narrando. Por esta razón, se dirige a los lectores y oidores para honrar a Dios y edificar a sus siervos: "Por cuanto los siervos de Dios deven saber y conosçer la carrera y doctrina de los sanctos varones por la cual puedan venir a Dios. Por ende, a honor de Dios y edificaçión de los lectores y oidores, yo que los fechos d'ellos vi y las palabras oí, de los cuales aun fui discípulo. Algunas cosas de los fechos del muy bienaventurado nuestro padre sant Francisco y de algunos frailes y compañeros suyos que vinieron en el comienço de la religión escreví y copilé segund que la mi voluntad fue enseñada divinalmente" (f. 2r). Ya que el Floreto en su conjunto presenta toda la producción literaria y hagiográfica franciscana, es probable que el compilador quisiese reunir todo el material para ser leído en los conventos, tal y como se desprende del prólogo.
Paratextos editoriales:
En el colofón leemos: "Aquí se acaba el Floreto de sant Francisco, impresso en la muy noble y muy leal çibdad de Sevilla por maestre Menardo Ungut alemán e Lançalao Polono compañeros, a veinte y cuatro días del mes de agosto, año del Señor de mil y cuatrocientos y noventa y dos" (f. 121r). Debajo del colofón se encuentra la marca tipográfica de los impresores Ungut y Polono.
Grabados:
En la portada aparece un grabado que alude a la estigmatización del santo. Probablemente realizado por un artista local, en la imagen puede observarse a san Francisco que recibe los estigmas milagrosos de un serafín que en esta lámina aparece, en el margen superior derecho, soportado por ocho alas en lugar del crucificado seráfico con seis alas que aparecía en ilustraciones anteriores, como, por ejemplo, en la Estigmatización de San Francisco del Maestro de la Muerte de la Virgen de 1440 (Bermejo Vega 1996). En una primera impresión, la iglesia que se entreve en el fondo, en la parte central de la derecha, nos llevaría a un sitio relacionado con los orígenes del santo y, por lo tanto, a la basílica de san Francisco en Asís, así como al monte La Verna, en el margen superior izquierdo, que representaría el lugar donde san Francisco se retiró para orar y meditar en el año 1224. En ese entorno, en fechas próximas a la fiesta de la Exaltación de la Cruz (14 de septiembre), tuvo lugar su estigmatización. Sin embargo, la recepción de las llagas sucede en un escenario sevillano: la iglesia que se ve es la catedral de Sevilla, la torre es la Giralda y las aguas del paisaje natural corresponden al río Guadalquivir por donde pasa una pequeña barca y unos frailes cerca de sus orillas. Según Arcelus Ulibarrena (1998a: 54), es probable que el grabador eligiese un contexto conocido en lugar de una ubicación geográfica desconocida como podía ser la de La Verna. La presencia del río y de la catedral en fondo hacen que el grabador realizara el dibujo desde el otro lado del Guadalquivir, en el actual barrio de Triana. El amor de san Francisco por la naturaleza y el carácter simbólico de la misma como recurso muy utilizado a principios de la Edad Moderna se desprende por la inclusión de plantas, flores y aves que le rodean y que podrían representar, además de la ubicación sevillana, el Paraíso. Según la tradición iconográfica, un fraile a la derecha acompaña al santo de Asís y contempla adormecido la estigmatización. Este acompañante podría ser el hermano León u otro miembro de la congregación que representa el testigo de un acontecimiento milagroso. A este respecto, como señala Bermejo Vega, "la existencia de uno de sus compañeros, muchas veces adormilado, se incluía al asimilar la estigmatización con la oración de Cristo en el Huerto de los Olivos, siendo el paralelo de los apóstoles que acompañaron al Hijo de Dios" (1996: 287). Así pues, los rayos luminosos que alcanzan al santo permiten imaginar una asimilación entre san Francisco y Jesucristo. Vid. Arcelus Ulibarrena (1998a: 53-56). En la parte superior del grabado, hay una "b" gótica, que pude identificar al grabador sevillano.
Debajo del colofón se encuentra la marca de los impresores que representa dos escudos con las iniciales "M" y "S" de los nombres de los impresores (Meinardo y Stanislao), que están colgados en dos ramas de un árbol.
El impreso cuenta también con 214 letras capitulares blancas con fondo negro floreado. Las letras presentan un tamaño distinto; la más grande se encuentra a principio del primer capítulo (f. 2r).
Véase Martín Abad. Cum figuris, n. 19.
Notas:
El ejemplar de la BNE I. 1814 presenta en el último folio (f. 121r) una anotación manuscrita al lado de la marca tipográfica, en el margen inferior derecho, donde leemos "Año de 1557, en el mes de abril a los 17 días sábado. A las ocho de la noche vísperas de Pascua, tembló la tierra, bien por espacio de cuatro credos y muy rezios plugo a Nuestro Señor que no hizo daño ninguno en esta Ciudad de México" (Arcelus Ulibarrena 2000: 714). En el f. 121v del mismo ejemplar aparece una lista de ordenaciones de frailes de la Orden franciscana que va de 1515 a 1521 con algunas tachaduras. Según señala Arcelus Ulibarrena (1998a: 145), es muy probable que este ejemplar perteneciese al franciscano Francisco de Torrijos.
Materia:
Hagiografía
Edición moderna:
Ed. Arcelus Ulibarrena (1998), "Floreto de Sant Francisco (Sevilla, 1492)", «Fontes Franciscani» y literatura en la península Ibérica y el Nuevo Mundo. Estudio crítico, texto, glosario y notas. Presentación de Enrico Menestò. (Espirituales Españoles), Madrid, Fundación Universitaria Española - Universidad Pontificia de Salamanca, 1998; Floreto de San Francisco (siglo XV). Presentación Antolín Abad Pérez. Transcripción de José Martí Mayor y Eva Cardona Recasens. Glosario de Emilio Blanco, Madrid, Editorial Cisneros, 1998.
Reescritura:
La obra se divide en cuatro secciones, de muy desigual extensión, con un total de 214 capítulos: (I): 17; (II) 150; (III) 28, con capítulos dedicados a Antonio de Padua, Clara de Asís, santa Isabel de Hungría, la beata Ángela de Foligno y Giovanni della Verna, y (IV) 19, dedicada a los exempla. Se puede considerar una compilatio, en la que su autor recurre a una amplia variedad de fuentes franciscanas, como la Legenda maior de Buenaventura, la Vita secunda de Tommaso da Celano, el Speculum perfectionis o los Actus, que se organizan y traducen, en la mayoría de los casos literalmente. En palabras de Arcelus, "en su conjunto el Floreto se presenta, por tanto, como una especie de gran exposición de casi toda la producción literaria y hagiográfica franciscana" (1998: 19). Esta variedad de materiales prueba la circulación en la Península durante los siglos XIV y XV de las fontes franciscani y explica el interés suscitado por su estudio y el atractivo de la obra. Se desconoce quién (o quienes) se encargó de la compilación, aunque "existe la sospecha de que detrás de esa edición estuviera la mano reformadora de Cisneros" (Antonio Bueno García, coord., La labor de traducción de los franciscanos, Madrid, Cisneros, 2013, p. 117); no cabe duda de que su autor (o autores, pues no se descarta la labor de más de un compilador) tuvo que ser un personaje docto, quizá un fraile observante, que asumió la tarea de seleccionar los textos latinos, traducirlos del latín y reunirlos. No se trata, pues, como ha venido diciéndose (ISTC, proyecto Boscán) de una traducción de los Fioretti.
Testimonios de lectura:
En su origen la colección pudo surgir para ser leída en los conventos franciscanos, aunque pronto salió de los ámbitos conventuales dando paso a nuevos horizontes de lectura y recepción. Gracias a la misión evangelizadora de los franciscanos en México, la obra, junto con otros fragmentos de textos hagiográficos relacionados con la vida del santo de Asís, tuvo mucho éxito en el Nuevo Mundo. De hecho, Bernardino de Sahagún, Juan de Zumárraga, Toribio de Benavente o Alonso de Molina, entre otros, sentaron las bases de la evangelización de México a través de sus traducciones al náhuatl. El hecho de que en la anotación manuscrita del ejemplar de la editio princeps del Floreto de san Francisco (BNE, I. 1814, f. 121r) se haga referencia a un terremoto indica los temblores que hubo en la región de Jalisco a partir de 1557 y que, por tanto, el libro viajó a México y volvió a la Península. Asimismo, Juan de la Silva, con su Noveno Memorial de 1634, demuestra que fue lector del Floreto y lo utilizó e interpretó para presentar un proyecto de "conquista espiritual", o sea, de predicación del evangelio. Se integró también en bibliotecas privadas y, en algunos casos, sus lectores dejaron huella en la obra, suprimiendo o tachando algunas informaciones. Un ejemplar se registra en 1507 en el inventario general de bienes redactado tras el fallecimiento de Juan de Guzmán, tercer duque de Medina Sidonia, Cádiz (Ladero Quesada 1981); vid. Isabel Hernández González (1998: 375-446). En el capítulo XIII se incluye la profecía del abad Joaquín. Según señala Arcelus Ulibarrena (1992), en el ejemplar conservado en Madrid la hoja en la que se inicia la profecía está arrancada y su continuación en la hoja siguiente está tachada, al igual que el capítulo XIV. En el ejemplar de Barcelona la profecía también está tachada. En los ejemplares de Bilbao y Lisboa, reproducido este último en facsímil por Carvalho, está intacta. Un ejemplar de “Coronica de san Francisco in fº 12reales” formaba parte de la biblioteca de Jerónimo Zurita (1512-1580); vid. Domingo Malvadi (2010: 97). La reina Isabel La Católica poseía un ejemplar del Floreto en su biblioteca privada, concretamente en la parte que se recogió en Arévalo y de la que pudo disfrutar también Ignacio de Loyola. Desafortunadamente desconocemos tal ejemplar pero, según informa Arcelus Ulibarrena (1998: 94), el impreso pasó a su Contador mayor, Juan Velázquez de Cuéllar, y a Fernando de Aragón, duque de Calabria. Otros dos ejemplares viajaron a México por voluntad del Cardenal Ximénez de Cisneros en la expedición franciscana de 1516 y uno de ellos se conserva hoy en la BNE (I. 1814). En el ejemplar de Lisboa se puede leer una nota del confesor del rey Juan II que nos informa que el libro costó 300 reales y se compró para el convento de San Antonio de Vila Franca; también se ordenó a fray Diego de Cuybre que lo utilizase la comunidad del convento de San Antonio de Castaheira (Arcelus Ulibarrena 1998: 95). El ejemplar de Bilbao perteneció probablemente a Francisco Antonio Leandro Rico y a Miguel y Silvio Sánchez Rico (Arcelus Ulibarrena 1998: 95). Asimismo, gracias al estudio y a la inspección de un ejemplar por parte de Elizondo durante un viaje a Munich a principios del siglo XX, sabemos que el famoso bibliófilo y librero de esa ciudad, Ludwig Rosenthal, poseía un ejemplar del Floreto, del que no quedan noticias (Arcelus Ulibarrena 1998: 95-96).
Bibliografía:
Arcelus Ulibarrena, Juana María (1992), "La profecía del abad Joaquín de Fiore en Cristóbal Colón y los franciscanos españoles", en Libro antiguo español, II, pp. 49-60; Arcelus Ulibarrena, Juana María (ed.) (1998), "Floreto de San Francisco [Sevilla, 1492]", en “Fontes Franciscani” y literatura en la Península Ibérica y el Nuevo Mundo, Madrid, Fundación Universitaria Española – Universidad Pontificia de Salamanca; Arcelus Ulibarrena, Juana María (2000), "Bernardino de Sahagún ¿fue lector del Floreto de sant Francisco [Sevilla, 1492] o de una fuente similar?", en J. Paniagua Pérez, M. I. Viforcos Marinas (coords.), Fray Bernardino de Sahagún y su tiempo, León, Universidad de León - Secretariado de Publicaciones - Instituto Leonés de Cultura, pp. 691-714; Bermejo Vega, Virgilio (1996), "La difusión de la iconografía franciscana a fines de la Edad Media. "Il poverello" de Asís en la entalladura del siglo XV", en J. I. de la Iglesia Duarte (ed.), Espiritualidad y franciscanismo: VI Semana de Estudios Medievales, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, pp. 283-300; Domingo Malvadi, Arantxa (2010), Disponiendo anaqueles para libros. Nuevos datos sobre la biblioteca de Jerónimo Zurita, Zaragoza, Institución Fernando el Católico; PROYECTO BOSCÁN: Catálogo de las traducciones españolas de obras italianas (hasta 1939) http://www.ub.edu/boscan [Consulta: 20/03/2021]; Hernández González, Isabel (1998),"Suma de inventarios de bibliotecas del siglo XVI (1501-1560)", en Libro antiguo español, IV, pp. 375-446; Uribe Escolar, Fernando (1999), "El Floreto de San Francisco: una compilación en busca de reivindicación", Verdad y vida, 57, pp. 315-334.
Notas:
Según Martín Abad. Inc, en el ejemplar de la BNE: "En el verso de la cuarta hoja de guarda delantera anotación del siglo XVII sobre el contenido de la obra; otra anotación de carácter bibliográfico en la portada. Al fin, en el recto de la penúltima hoja, una anotación, en letra del siglo XVI-XVII, que dice: «A mi señor Pedro Moreno», una oración en latín, y la siguiente nota: «Año de 1557 en el mes de abril a los 17 días sábado a las ocho de la noche víspera de Pascua tembló la tierra bien por espacio de quatro credos y muy rezio; plugo a Ntro Sor. que no hizo daño ninguno en esta ciudad de México»; al verso de esa misma hoja noticias de la toma de hábito de varios religiosos, y sigue, en letra del siglo XV, un índice de capítulos".
Responsable:
Daniela Santonocito
Revisión:
María Jesús Lacarra Ducay
Fecha de publicación:
2021-03-20
DOI:
https://doi.org/10.26754/uz_comedic/comedic_CMDC9
Cómo citar:
Santonocito, Daniela, "Anónimo, Floreto de San Francisco”, en Comedic: Catálogo de obras medievales impresas en castellano hasta 1600, Zaragoza (España), ISSN 2530-1985 [en línea]. Publicación: 20-03-2021, DOI: https://doi.org/10.26754/uz_comedic/comedic_CMDC9, [Consulta: dd-mm-aaaa].
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