Ficha:
CMDC158
Autor-es:
Guillermo de París (1125-1203)
Título normalizado:
Evangelios y epístolas
Variantes título:
Fenecen los Evangelios e epístolas siquier liciones de los domingos e fiestas sollemnes de todo el anyo e de los santos [...] e la glosa o apostilla sobre ellos (colofón, Zaragoza, 1485, apud Pallarés Jiménez, p. 223); Evangelios y epístolas con sus exposiciones en romance (portada, Salamanca, 1493); Comiença la glosa sobre los Evangelios y epístolas del apóstol (íncipit, Salamanca, 1493, fol. IIIr); Fenecen los Evangelios y epístolas siquier lesiones de los domingos y fiestas solennes de todo el año y de los sanctos apóstoles y evangelistas, mártires, confessores, vírgines, y finados y la gloria o apostilla sobre ellos (colofón, Salamanca, 1493, fol. CXXXIIVv); Epístolas, liciones y evangelios por todo el anyo con sus doctrinas y sermones en romance (¿portada?, Zaragoza, 1498, apud. Pallarés Jiménez, Doc. n. 333).
Título original:
Postilla super Epistolas et Evangelia
Segundo autor:
trad. Gonzalo García de Santa María (1447-1521)
Destinatario:
Juan de Lanuza y Garabito (a partir de la traducción portuguesa impresa el 25 de octubre de 1497 por Rodrigo Álvares en Oporto)
Fecha composición:
1437
Fecha traducción:
ante quem 24.12.1484
Lengua de partida:
Latín
Testimonios manuscritos:
No se conservan testimonios manuscritos porque, tal y como afirma Pallarés Jiménez, p. 223, la obra pudo haber sido un encargo directo de Pablo Hurus a Gonzalo García de Santa María dentro de la estrecha relación de colaboraciones que se estableció entre ambos.
Testimonios impresos:
Tres impresos: 1) Zaragoza: Pablo Hurus, 1485, 20 de febrero; 2) [Salamanca]: [Impresor de la Gramática de Nebrija], 1493; 3) Zaragoza: Pablo Hurus, 1498, 27 de abril.
Formato:
Folio
Repertorios:
Méndez, n. 7 (pp. 65-66); Borao, p. 22; Hain, 6645; Haebler, 250; Sánchez. Aragón (s. XV), I, n. 12; Kurz, 189; Vindel, IV, 18; Pallarés Jiménez, n. 22; Alvar-Lucía, Repertorio, p. 103
En línea: PhiloBiblion BETA texid 1529 manid 1819

Ejemplares:
Sin ejemplares conocidos. Alvar-Lucía, Repertorio, p. 103, citan uno localizado en la BLLO de Oxford, pero ese ejemplar es inexistente.

Paratextos legales:
Según Pallarés Jiménez, p. 224, la aprobación salmantina firmada por Pedro Arbués, canónigo y posteriormente inquisidor de Zaragoza, sería la misma contenida en esta edición: “Porque en lo que toca en alguna manera a la fe, deve cada qual demandar consejo a los que más saben: e a aquellos en demás que son doctores e maestros en la sancta theología, e por auctoridad apostólica tienen cargo de la Inquisición de la herética pravedad: por tanto la presente obra de latín en lengua de España trasladada: ha sido revista e con diligencia examinada dende el primer renglón fasta el postrero por el reverendo padre e en la sagrada theología excellente maestro, maestre Pedro Arbués de Épila: el qual dado el cargo por sus compañeros, vio e leyó el presente libro. E porque por relación suya consta la presente obra ser cathólica e fiel e verdaderamente e bien trasladada e no apartarse en cosa alguna de la senda de la Sancta Madre Yglesia: por ende el dicho maestre Pedro Arbués por todos lo susodichos e consentimiento d’ellos, da su auctoridad a la obra presente, para que pueda todo hombre sin duda alguna leerla e tenerla consigo”.

Paratextos socioliterarios:
La editio princeps habría estado dedicada a Juan I de Lanuza, justicia de Aragón en el proemio del autor. Estos datos se conocen a partir de la traducción portuguesa impresa en Oporto en la oficina de Rodrigo Álvares el 25 de octubre de 1497, y este mismo prólogo figuraría en la edición salmantina, aunque el único ejemplar conservado se encuentra mútilo de esta parte. Para Collijn y Staaff (1908: xlii-xliii), la edición portuguesa se habría hecho partiendo de un ejemplar de la edición salmantina de 1493, dadas las similitudes tipográficas y de dispositio que detecta entre ambas.

Paratextos editoriales:
Colofón: "Fenecen los Evangelios e epístolas siquier liciones de los domingos e fiestas sollemnes de todo el anyo e de los santos [...] e la glosa o apostilla sobre ellos. La quál obra fue acabada de trasladar por micer Goncalo García de Sancta María jurista ciudadano de Çaragoça a XXIIII de deziembre del anyo milcccclxxxiiii. E fue la susodicha obra emprentada en la sobredicha ciudad por industria e costa de Paulo Hurus alamán de Constancia a XX. de febrero del anyo milcccclxxxv" (Méndez, pp. 65-66; Vindel, IV, 18).
Es probable que, al igual que sucede en la edición salmantina posterior, incluyese una tabla de capítulos.

Grabados:
Con toda probabilidad ilustrado con grabados. Vid. la edición de Salamanca, 1493.

Formato:
Folio
Repertorios:
Vindel, II, 36; Alvar-Lucía, Repertorio, p. 103
En línea: ISTC ig00707300; GW 12025, PhiloBiblion BETA texid 1529 manid 1820

Ejemplares:
Uppsala. Universitäts-Bibliotek: Ink. 31:278 (unicum)

Facsímiles:
La ed. Isak Collijn y E. Staaff (1908), Evangelios e epístolas con sus exposiciones en romance según la versión castellana del siglo XV hecha por Gonzalo García de Santa María del texto de Guiliermus Parisiensis: Postilla super epistolas et evangelia, ahora de nuevo publicada conforme a la edición de Salamanca de 1493 existente en la biblioteca de la R. Universidad de Uppsala, Uppsala/Leipzig, Akademiska Bokhandeln, Otto Harrassowitz reproduce algunos de los folios.

Paratextos legales:
Contiene la aprobación de Pedro de Arbués, muy posiblemente siguiendo a la prínceps de 1485: "Porque en lo que toca en alguna manera a la fee debe cada cual demandar consejo a los que más saben y a aquellos endemás que son doctores y maestros en sancta teología (…) por ende el dicho maestre Pedro Arbués por todos los sus dichos y de consentimiento d’ellos de su auctoridad a la obra presente para que pueda todo hombre sin duda alguna leerlo y tener consigo" (r9v).

Paratextos socioliterarios:
No se han conservado los dos primeros folios del unicum, pero seguramente contendrían el prólogo dedicatoria a Juan I de Lanuza.

Paratextos editoriales:
Título: Evangelios y epístolas con sus exposiciones en romance
Íncipit: "Comiença la glosa sobre los evangelios y epístolas del apóstol" (fol. IIIr).
Colofón: "Fenecen los Evangelios y epístolas siquier lesiones de los domingos y fiestas solennes de todo el año y de los sanctos apóstoles y evangelistas, mártires, confessores, vírgines, y finados y la gloria o apostilla sobre ellos. La cual obra se fizo a fin que los que la lengua latina ignoran, no sean privados de tan excelente y maravillosa doctrina, cual fue de Cristo nuestro redemptor escripta en los evangelios, y porque cada uno retraído en su casa despenda el tiempo ante en leer tan altos misterios que en otros libros de poca fruto. E fue la susodicha obra emprentada en la noble y leal ciudad de Salamanca, en el año de mil ccccxciii años" (fol. CXXXIIVv).
"Síguese la tabla del presente libro" (rVr-r9v).

Grabados:
Collijn (1906a) y Collijn y Staaff (1908: xxx) han llegado a describir las imágenes como carentes de “ningún valor artístico, son en extremo ingenuas y sencillas y su dibujo es tosco y falso”, pero es necesario resaltar la trascendencia que poseen dentro de la ilustración de la etapa incunable. El texto está adornado con 57 grabados provenientes de 47 planchas, ya que algunos de ellos se reutilizan. La descripción que a continuación se aporta proviene de Martín Abad. Cum figuris, n. 330:
1) Fol. IIIr: La entrada de Jesús en Jerusalén. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando el momento en que Jesús llega a la casa de Berfagé, donde están la burra y el pollino con los que realizará su entrada triunfal en Jerusalén; en la estampa no se muestra el envío previo de dos discípulos para recoger a los animales, pues Jesús, con nimbo crucífero, precediendo a los apóstoles, con nimbos sencillos, se encuentra simplemente con dichos animales; al fondo, entre el grupo y la casa, aparece un árbol.
2) Fol. IVr: El advenimiento del Señor. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando a Jesús, con nimbo crucífero, en un paraje campestre, insinuado solo por unas piedras, señalando con el dedo índice de su mano izquierda al sol, la luna y a las estrellas, refiriendo las señales que en los astros aparecerán el último día, mientras vuelve la cara hacia tres de sus discípulos, con nimbos, y otro individualizado solo gracias a su nimbo, que le siguen y le escuchan.
3) Fol. VIr: Los mensajeros de Juan el Bautista. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando una prisión en la que se descubre, detrás de la ventana enrejada, la cabeza de san Juan Bautista; junto a la prisión, en forma de torre, aparecen los dos discípulos, con nimbos, que aquel ha enviado a preguntarle a Jesús si él es el Mesías; en la estampa se anula toda distancia geográfica y es Jesús mismo, con nimbo crucífero, quien contesta allí mismo las preguntas de los dos discípulos.
4) Fol. VIv: Predicación de Juan el Bautista. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la escena en que llegan tres sacerdotes o levitas, enviados desde Jerusalén, ante san Juan Bautista, que aparece con nimbo y vestido con una túnica de piel de camello, a indagar sobre quién es; la escena tiene lugar en un paraje campestre, insinuado solo por unas piedras.
5) Fol. VIIv: Natividad de Nuestro Señor: Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando el nacimiento de Jesús (Lc 2, 1-7): la Virgen María y san José aparecen fuera del portal, donde se encuentra el buey y la mula, adorando de rodillas al Niño, que está tumbado en el suelo sobre un haz de rayos luminosos; una estrella desde el cielo arroja hacia abajo largos rayos luminosos.
6) Fol. Xv: Presentación de Jesús en el templo. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, mostrando la presentación del Niño Jesús en el templo, que aparece sobre el altar, de pie, desnudo, con nimbo crucífero, sostenido por su Madre, con nimbo, a la izquierda, y por Simeón, a la derecha; al fondo, un triple arco y una ventana con celosía.
7) Fol. XIIr: La visitación de los magos. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la Adoración de los Reyes Magos (Mt 2, 1-12): delante del portal, en el que se ve la cabeza de la mula, aparece la Virgen María, sentada y con el Niño Jesús sobre sus rodillas, en el momento de recibir el presente del primero de los Reyes, que se representa anciano, con barba y calvo, con la cabeza descubierta y hábito talar, de rodillas, mientras los otros dos Reyes, de pie, con su respectiva corona y con su particular regalo en las manos, hablan sobre la estrella que aparece situada sobre el portal, a la que uno de los dos señala con el dedo índice de su mano derecha; al fondo, a la derecha, dos altas montañas, con un edificio sobre la cima de una de ellas.
8) Fol. XIIIv: El niño Jesús en el templo. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando, bajo un arco, al Niño Jesús, que aparece sentado en la parte superior de una escalera, hablando ante cuatro doctores, que están sentados a uno y otro lado del arranque de dicha escalera.
9) Fol. XIIIIr: Las bodas de Caná. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la conversión del agua en vino en la boda de Caná en Galilea (Jn 2, 1-11): aparecen seis jarras delante de una mesa, sobre la que hay viandas, a cuyo alrededor aparecen, de pie: a la derecha, Jesús, con nimbo crucífero, en actitud de bendecir; al fondo, ambos con nimbos, su Madre y el apóstol Juan; a la izquierda, una sirvienta o, quizás mejor, la novia.
10) Fol. XVr: Jesús sana a un leproso. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la curación de un leproso: aparece este a la entrada de una casa, con gesto suplicante, mientras delante de él, Jesús, con nimbo crucífero, de pie, lo bendice; detrás de Jesús se ve a un discípulo, con nimbo.
11) Fol. XVIv: Jesús calma la tempestad. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando a Jesús, con nimbo crucífero, en la barca, mientras Pedro y otro apóstol suben la red con peces, y otros dos apóstoles aparecen situados en la parte superior, todos con nimbos.
12) Fol. XVIIr: Parábola del higo y la cizaña. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la parábola de la cizaña (Mt 13, 24-40): aparece Jesús, con nimbo crucífero, de pie, a la izquierda, en actitud de predicar; y a la derecha dos hombres, uno detrás de otro, agarrando el de atrás la mano del de delante, presumiblemente los siervos que se dirigen a su señor para anunciarle que en su campo, sembrado con buena semilla, han descubierto que hay cizaña.
13) Fol. XVIIv: Los obreros de la viña. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando, la parábola de los obreros llamados a trabajar en la viña a diferentes horas del día (Mt 20, 1-16): a la izquierda aparece Jesús, con nimbo crucífero, de pie, con los brazos cruzados sobre el pecho, y seguido de un apóstol, con nimbo, que observan a un joven viñador removiendo con un azadón la tierra junto a una cepa con grandes racimos de uvas maduras.
14) Fol. XIXr: Parábola del sembrador. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la parábola del sembrador: a la derecha aparece Jesús, con nimbo crucífero, de pie, en actitud de predicar, seguido por un apóstol, con nimbo; y a la izquierda el sembrador, finalizada su tarea y en actitud de alejarse del terreno donde ha arrojado la simiente, y en el que se ven cardos, piedras y la cabeza de un ave que picotea, mientras otra se acerca volando; un edificio se aprecia en la cima del cerro que aparece al fondo.
15) Fol. XXr: El ciego Bartimeo. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la curación del ciego de Jericó: aparece con una vara en su mano izquierda y con la mano derecha en actitud suplicante, sentado al borde del camino, junto a un árbol, en el momento en que Jesús, con nimbo crucífero, llega al lugar, seguido de dos apóstoles.
16) Fol. XXIr: Las tentaciones de Jesús en el desierto. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la primera de las tentaciones: aparece a la izquierda Jesús, con nimbo crucífero, de pie, en actitud de predicar, enfrentado al diablo, en forma de personaje monstruoso, que le muestra unas piedras invitándole a convertirlas en pan.
17) Fol. XXIIr: La mujer cananea. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la gran fe de la mujer cananea, que aparece arrodillada, al borde del camino por el que pasa Jesús, con nimbo crucífero, en actitud de responderle, seguido de un apóstol, con nimbo; la mujer suplicante logrará gracias a su insistencia la curación de su hija endemoniada.
18) Fol. XXIIIr: El mudo que habla. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la curación de un mudo endemoniado: a la izquierda aparece Jesús, con nimbo crucífero, de pie, en actitud orante y con la mirada dirigida hacia el cielo, seguido de un apóstol, y a la derecha el endemoniado, al que sujeta por detrás otro hombre, justamente cuando de su boca sale un pequeño diablo y su lengua se desata.
19) Fol. XXIIIIv: Multiplicación de los panes y los peces. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando el milagro de la multiplicación de los panes y los peces: a la izquierda aparece Jesús, con nimbo crucífero, contemplando, junto con dos apóstoles a otro, los tres con nimbos, que comienza a repartir los panes y los peces a una multitud que se aprecia a la derecha, en forma de seis cabezas superpuestas.
20) Fol. XXVv: Los judíos acusan a Jesús de tener el demonio. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, que ilustra el texto de Jn 8, 45-69, representando, a la derecha, a Jesús, con nimbo crucífero, de pie, que amonesta a dos fariseos que le escuchan atentamente, situados a la izquierda.
21) Fol. XXVIIr: La resurrección de Nuestro Señor. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando a un ángel que muestra el sepulcro, donde había sido colocado el cuerpo de Jesús, ya vacío, a las santas Mujeres, dos con nimbos, que han acudido con ungüentos; en el ángulo superior derecho aparecen edificios sobre la cima de una montaña alta.
22) Fol. XXXIv: Jesús se aparece a los discípulos. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, que ilustra el texto de Jn 20, 19-29, representando a Jesús, con nimbo crucífero y portando en su mano el lábaro, teniendo a su derecha, igualmente de pie, al apóstol Pedro, y a su izquierda, arrodillado, al apóstol Tomás, cuya mano derecha toma Jesús con su mano izquierda para introducir los dedos en la llaga del costado, apareciendo ambos apóstoles con nimbos; la escena, en contra del texto evangélico, tiene lugar en un paraje exterior, viéndose al fondo unos edificios sobre un cerro.
23) Fol. XXIIv: El buen pastor. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, que ilustra el texto de Jn 10, 11-16, representando a Jesús, de pie, con nimbo y vestido de Buen Pastor, predicando ante tres apóstoles, con nimbos, sentados en el suelo, con un paraje campestre, viéndose al fondo una ciudad sobre una colina.
24) Fol. XXXIIIr: Jesús se dirige a los apóstoles. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando a la izquierda a Jesús, con nimbo crucífero, de pie, anunciando su muerte y su resurrección, y cómo será el tiempo de la segunda venida del Hijo del hombre, a tres de sus apóstoles, con nimbos y de pie igualmente.
25) Fol. XXXIIIIr: La obra del Espíritu Santo. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando el anuncio de Jesús a sus discípulos de que debe volver a Aquel que le envió y exponiéndoles la acción del Espíritu Santo: aparece a la izquierda Jesús, con nimbo crucífero, señalando con el dedo índice de su mano izquierda el ángulo superior derecho donde se encuentran, en una especie de mirador curvo, Dios Padre, con nimbo crucífero, en actitud de bendecir, y la paloma del Espíritu Santo, y con su mano derecha colocada sobre el hombro de uno de los tres apóstoles que, arrodillados y con nimbo, contemplan la aparición.
26) Fol. XXXIIIIv: repetido, mismo que 25
27) Fol. XXXVv: Jesús pide a los discípulos que prediquen por el mundo. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la Ascensión de Jesús en cuerpo y alma al cielo, en el momento en que desaparece entre nubes, dejando ver únicamente sus pies, mientras en la parte inferior los apóstoles, con nimbos, arrodillados, contemplan la escena, en torno a un alto montículo, donde han quedado impresas las plantas de los pies de Jesús, delante del cual hay dos árboles.
28) Fol. XXXVIv: anuncio del odio al mundo, repetido, mismo que 24
29) Fol. XXXVIIv: Pentecostés. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando representando la Venida del Espíritu Santo, que aparece en la parte superior en forma de paloma radiante, mientras en la inferior aparecen representados la Virgen María y dos de los Apóstoles, con los libros abiertos y en actitud lectora, mientras detrás se descubren las cabezas con nimbos.
30) Fol. XLr: Jesús y Nicodemo. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando a Jesús, con nimbo crucífero, de pie, que aparece en la derecha, en diálogo con Nicodemo, que aparece a la izquierda, escuchando atentamente, dentro de una estancia interior en la que existe una puerta a la izquierda y una ventana con celosía en la pared del fondo.
31) Fol. XLIr: Eucaristía. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, que ilustra las palabras de Jesús en Jn 6, 55-58: “el que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día…”, mostrándose una custodia procesional, gótica, con la Sagrada Forma, sostenida por dos ángeles, arrodillados a uno y otro lado.
32) Fol. XLIIr: El rico y Lázaro. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la parábola del epulón y de Lázaro: en el ángulo superior izquierdo, aparece Cristo, con nimbo crucífero, de medio cuerpo, entre nubes y acompañado de dos ángeles, que tiene entre sus manos el alma de Lázaro, en forma de niño desnudo, de pie entre las fauces de un dragón infernal, mientras delante de él un pequeño diablo alienta el fuego con un fuelle.
33) Fol. XLIIIr: Parábola de la gran cena. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la parábola de la gran cena: aparece el anfitrión sentado ante una mesa octogonal con vianda, enviando a un siervo, que sale por una puerta, que existe en la pared de la derecha de la estancia, a comunicar a los invitados que todo está preparado.
34) Fol. XLIIIIr: Parábola de la oveja perdida. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la parábola de la oveja descarriada: a la izquierda aparece Jesús con nimbo crucífero, de pie, llevando sobre su hombro derecho una oveja, y a la derecha tres apóstoles, con nimbos, también de pie, que escuchan sus palabras.
35) Fol. XLVr: Semejanza del ciego que guía al ciego: Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, que ilustra la advertencia sobre los juicios temerarios y la corrección indiscreta: a la izquierda aparece Jesús, con nimbo crucífero, dirigiéndose a dos hombres, uno de ellos tiene una estaca clavada en un ojo y señala con el dedo índice de su mano izquierda la pequeña paja que tiene el otro en su ojo.
36) Fol. XLVv: pesca milagrosa y vocación de los primeros discípulos, repetido, mismo que 11
37) Fol. XLVIv: repetido, mismo que 24
38) Fol. XLVIIr: necesidad de guardarse de los malos profetas, repetido, mismo que 19
39) Fol. XLVIIv: Al árbol se le conoce por los frutos. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, que ilustra el texto de Mt 7, 15-21, sobre la necesidad de guardarse de los malos profetas, representándose más en particular lo dicho en los versículos 17 y 18, pues a la izquierda aparece un árbol, al que Jesús, con nimbo crucífero, señala con el dedo índice de su mano izquierda, a la vez que vuelve el rostro hacia tres de sus apóstoles, que le siguen y escuchan con atención sus palabras, todos con nimbos.
40) Fol. XLVIIIv: Parábola del mayordomo infiel. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la parábola del mayordomo infiel: aparecen dos hombres, vestidos a la usanza del siglo XV, dirigiéndose el situado a la derecha al otro, enumerándole una serie de cosas, pues con el dedo de una mano va señalándose los de la otra, es decir, se trata del momento en que el mayordomo habla con uno de los deudores de su señor, para que haga un recibo con menos cantidad de la que en realidad debe, pues por ese procedimiento trata de ganarse a los deudores y lograr que le reciban bien cuando su señor le despida, una vez que se había percatado de que le estaba siendo infiel.
41) Fol. LIXv: Jesús llora sobre Jerusalén. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando el llanto de Jesús sobre Jerusalén: Jesús, con nimbo crucífero, aparece en el centro, en actitud de caminar, con la túnica recogida con la mano derecha y con la mano izquierda levantada, seguido de dos apóstoles, con nimbos; ante ellos, a la izquierda, aparece la puerta de una ciudad, representada con torreones, almenas y saeteras.
42) Fol. Lv: Parábola del fariseo y el publicano. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la parábola del fariseo y del republicano: se muestra el interior de una iglesia; sobre un altar hay un tabernáculo en forma de casa, con un tejado a dos aguas; ante él, un hombre de rodillas está orando, un poco más atrás otro hombre con cara contrita, de rodillas, ora también. En primer plano, enmarcando la escena, hay un arco apuntado y en las enjutas existe una decoración vegetal. La estampa muestra, pues, el momento de la oración de los dos hombres y aunque en el texto se dice que el fariseo oraba de pie, en la estampa está de rodillas.
43) Fol. LIv: Jesús sana a un sordomudo. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la sanación de un sordomudo: a la izquierda Jesús, con nimbo crucífero, seguido de dos apóstoles, ambos con nimbos, mete sus dedos en la boca de un hombre arrodillado ante él, con el gorro que se ponían los enfermos cubriéndole toda la cabeza, que tiene detrás a un acompañante descubierto.
44) Fol. LIIr: Bienaventurados los ojos que ven. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, que ilustra el texto de Lc 10, 23-24: aparece en el centro Jesús, con nimbo crucífero, de pie, cogiéndose la túnica con su mano izquierda, mientras que con la mano derecha se dirige a dos apóstoles, con nimbos, situados a la derecha; en el lado izquierdo aparecen dos judíos, mostrando el situado delante cierta actitud displicente, con las manos sujetas en el cinturón.
45) Fol. LIIIv: sanación de diez leprosos, repetido: el mismo que 10
46) Fol. LIIIIv: repetido: el mismo que 24
47) Fol. LVv: Jesús resucita al hijo de la viuda de Naín. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la resurrección del hijo de una viuda en Naím: a la derecha aparece Jesús, con nimbo crucífero, en actitud de bendecir, seguido de un apóstol, del que solo se ve parte del rostro y del nimbo; a la izquierda, la puerta de una casa por la que sacan un cadáver amortajado, en una camilla entre dos hombres.
48) Fol. LVIr: Jesús come con un fariseo importante. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la sanación de un hidrópico: aparece Jesús, con nimbo crucífero, sentado a una mesa en la que también hay dos fariseos; a los pies de Jesús está un enfermo, con el vientre hinchado; Jesús se vuelve hacia él y lo señala.
49) Fol. LVIIr: el legista y Jesús, repetido, el mismo que 20.
50) Fol. LVIIIr: Jesús sana a un paralítico. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la curación del paralítico de Cafarnaúm: aparecen a la derecha, Jesús, con nimbo crucífero, seguido de un apóstol, del que solo se ve la cabeza, con nimbo, dentro de la habitación de un enfermo, que se encuentra en la cama; en la pared del fondo existen tres ventanas con celosías.
51) Fol. LVIIIIr: parábola de las bodas reales, repetido, el mismo que 33
52) Fol. LXv: sanación del hijo de un oficial real, repetido, el mismo que 30
53) Fol. LXIv: Ejemplo del rey que no podía pagar a los siervos. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la parábola del siervo cruel en una doble escena: en un primer plano, un rey sentado en su trono escucha a su siervo que está ante él de rodillas; en un segundo plano, otro siervo sufre la pena de grilletes, mientras un cuarto personaje lo observa. Se hace referencia a los dos hechos que narra el texto, el correspondiente al siervo cruel ante su señor, y el correspondiente al deudor del siervo sufriendo las penas por no haberle podido pagar la deuda.
54) Fol. LXIIr: La cuestión de los fariseos sobre el tributo, repetido, el mismo que 20.
55) Fol. LXIIIr: La mujer que tocó el manto de Jesús. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, representando la sanación de la hemorroisa y la resurrección de la hija de Jairo: aparece en el centro Jesús, con nimbo crucífero, y a su izquierda, en un segundo plano, un apóstol, con nimbo; delante de Jesús hay una mujer de rodillas que toca su manto; a la derecha de Jesús aparece Jairo, en actitud suplicante.
56) Fol. LXIIIIr: Jesús y Zaqueo. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, que ilustra el texto de Lc 19, 1-8: se representa a Jesús, con nimbo crucífero, caminando y seguido de dos apóstoles, Pedro y Juan, ambos con nimbos, en el momento de invitar a Zaqueo a que baje del sicomoro al que está subido para ver a Jesús y a continuación recibirlo en su casa.
57) Fol. LXVIIIv: Anunciación. Estampa, dentro de un marco de filete sencillo, que se propone ilustrar el anuncio del nacimiento de Juan Bautista, obtenida utilizando un grabado no perteneciente al mismo conjunto que los anteriores, en el que se ha representado la anunciación del arcángel Gabriel a María.
Collijn (1906b) ya aproximaba que los grabados eran muy similares a los aparecidos en la edición latina de la Postilla impresa en Lyon por Nicolás Philippi Müller, ca 1486. Martín Abad. Cum figuris, n. 330, afirma que se trata de una copia muy fiel de los grabados de la edición de la Postilla atribuida al taller lionés del propio Philippi, ya en su edición ca. 1483 (ISTC ig00661500). El programa iconográfico francés está formado por un total de 57 ilustraciones interiores a partir de 46 planchas, puesto que una de ellas se repite en cuatro ocasiones, otra en tres y tres de ellas tienen otra aparición. Se suma un grabado de portada que ocupa todo el verso del aijv y que representa a Cristo crucificado con el manto mecido por el viento. A la izquierda de la imagen, la Virgen María y a la derecha, san Juan. En el suelo, restos de huesos y calaveras. En las cuatro esquinas, los tetramorfos: el águila de san Juan en la esquina superior izquierda, san Mateo bajo la forma de un ángel en la esquina superior derecha, el todo de san Lucas en la esquina inferior izquierda, y el león de san Marcos en la esquina inferior derecha. Esta hoja no se ha conservado en el ejemplar de Salamanca pero, puesto que en ediciones posteriores, aunque no siguen la misma tradición textual (ver el apartado Reescritura y Notas), sí utilizan el mismo aparato iconográfico y están presente, hemos de suponer que también adornaba la edición salmantina.
No obstante, el programa iconográfico no ha llegado completo, puesto que falta la ilustración que debería haber ocupado la posición 11 (Jesús calma la tempestad) y para el que se ha empleado la escena relativa a la pesca milagrosa (posición 36), y hay algunas planchas reiterativas que aparecen descolocadas. Además, el incunable salmantino incluye tres escenas más que no se encuentran en el incunable lionés, el nacimiento de Jesús (posición 5), la Ascensión a los cielos (27) y una Anunciación (posición 57), que el modelo francés elige no ilustrar.
La decisión de adornar estos tres episodios adicionales no vendría de la edición salmantina, sino de la perdida prínceps zaragozana. Collijn (1906a: 55) ya anticipaba que el origen de los grabados de esta edición salmantina podría encontrarse en la edición zaragozana de 1485, puesto que muchas de las planchas originales lionesas aparecen reutilizadas en otras obras de este taller. Esta opinión fue recogida y reiterada por Aznar (1986: 500-504), quien aseguró que la edición salmantina habría copiado el incunable perdido de Hurus, y más teniendo en cuenta que las planchas zaragozanas a menudo inspiraron las de otros talleres tipográficos, especialmente el burgalés.
Si bien no conservamos ejemplares de la prínceps zaragozana, sí que una escena muy cercana al Nacimiento salmantino (posición 5) y a la Ascensión (posición 27) aparecen en el interior de la edición del Cancionero de Íñigo Mendoza (Zaragoza, Pablo Hurus, 1492), pertenecientes ambas al juego de la Legenda aurea (Lyon, Mathias Huss, 1486), obra de la que se tiene constancia de dos ediciones en el taller zaragozano, y que Hurus reutilizó en otras obras (vid. sobre ello María Jesús Lacarra, "El ciclo de imágenes del «Cancionero de Zaragoza» en los testimonios incunables (92VC y 95VC)", Revista de poética medieval, 34 (2020), pp.107-130; https://comedic.unizar.es/index/read/id/18). El alemán habría dispuesto de esas planchas en su edición de los Evangelios y epístolas en la misma posición en que las muestra el incunable salmantino, y el autor de la copia de las planchas habría hecho su trabajo unificando estilos entre estas tres dispares y el juego original de Nicolás Philippi, con el que toda probabilidad trabajó Hurus, dada la tendencia general del taller por adquirir o alquilar los originales de las planchas. Un Nacimiento muy cercano al de Hurus aparece también en las Orationes ad plenum collectae (Burgos, Fadrique de Basilea, ca. 1498; Martín Abad. Cum figuris, n. 259.2).

Notas:
De acuerdo con la descripción de Collijn y Staaff (1908: xxvi-xxvii), el único ejemplar conservado tiene una encuadernación de becerro estampado datada del siglo XVI, en cuya primera página se encuentra la inscripción manuscrita “sum Arthuri Darco” con caligrafía del siglo XVII. Se trata de un infolio de 138 hojas divididas en 17 capillas. Los primeros cuadernos llevan la signatura a-q y constan de 8 hojas cada uno, a los que se suman uno más, con la signatura r y 10 hojas. La foliación va del 1 al 132, a la que se suman 6 folios sin numerar que contienen la tabla y algunas advertencias. El texto está repartido en dos columnas de 48 líneas cada una y la filigrana papelera representa una mano abierta con una estrella que sale del dedo corazón.
Con respecto al impresor, aunque se ha asociado con el anónimo impresor de la Gramática de Nebrija, María Antonia Varona García, "Identificación de la primera imprenta anónima salmantina", Investigaciones históricas: Época moderna y contemporánea, 14 (1994), pp. 25-34, considera en el citado estudio que muchas de estas obras pertenecientes a la anónima imprenta salmantina y a este impresor, podrían haber salido del taller de impresión de la sociedad formada por Diego Sánchez de Cantalapiedra y Alonso de Porras. Para Haebler, pertenecería al periodo que él denomina segunda imprenta de Salamanca.

Formato:
Folio
Repertorios:
Pallarés Jiménez, n. 102

Ejemplares:
Sin ejemplares conocidos.

Paratextos editoriales:
Título: Epístolas, liciones y evangelios por todo el anyo con sus doctrinas y sermones en romance (Pallarés Jiménez, Doc. n. 333).

Grabados:
Seguramente ilustrado con grabados.

Notas:
La existencia de este ejemplar se justifica por la petición que eleva Pablo Hurus a Domingo Tienda, vicario de la diócesis de Zaragoza, y la respuesta que este emite ratificando que la edición “la qual acabo en esta dicha ciudat de Caragoça a veynte siete dias del mes de abril en el anyo presente e infrascripto (1498)” (vid. Pallarés Jiménez, doc n. 333). Si la edición continuó manteniendo la estructura de la prínceps, es probable contuviese la aprobación de Pedro de Arbués al final, al igual que sucede en la edición salmantina, el prólogo dedicatoria a Juan I de Lanuza y estuviese ilustrada.

Materia:
Formación y práctica religiosa, Liturgia
Edición moderna:
Ed. Isak Collijn y E. Staaff (1908), Evangelios e epístolas con sus exposiciones en romance según la versión castellana del siglo XV hecha por Gonzalo García de Santa María del texto de Guiliermus Parisiensis: Postilla super epistolas et evangelia, ahora de nuevo publicada conforme a la edición de Salamanca de 1493 existente en la biblioteca de la R. Universidad de Uppsala, Uppsala/Leipzig, Akademiska Bokhandeln, Otto Harrassowitz.
Reescritura:
Sobre el original y la traducción de Gonzalo García de Santa María
Los Evangelios y epístolas para todo el año de Gonzalo García de Santa María consisten en una selección de textos bíblicos que han sido escogidos para ser leídos durante la liturgia de la misa en unos días y fiestas determinados, como la Epifanía, Pascua o Pentecostés, y en una serie de comentarios que explican qué Evangelistas hablaron sobre el tema y asuntos afines, además de textos relacionados con santos y mártires para ser leídos el día de su festividad (Mateo Palacios 2015: 25).
El original de la traducción, la Postilla super Evangelia et Epistola de Guillermo de París, fue compilado en 1437 de acuerdo con los datos vertidos por este autor en la obra. Si se atiende a los paratextos de este religioso dominico que estudió en la capital del Sena, la obra se inserta dentro de los repertorios y colecciones de sermones que se compusieron durante la Edad Media para proporcionar a los clérigos regulares y seculares materiales para ilustrar desde el púlpito al prójimo. En cuanto a las fuentes usadas por el dominico, parte de la Glossa ordinaria de Walfrido Strabo y la Glossa interlinearis de Anselmo de Laon, que fueron reunidas y publicadas más tarde por Nicolás de Lyra en las Postillae perpetuae in universa Biblia, que Guillermo de París cita abundantemente. Junto a los anteriores, recurrirá también a autores como Nicolás de Gorran, san Juan Crisóstomo, Rabano Mauro, san Alberto Magno, san Ambrosio, san Anselmo, Boecio, san Bernardo de Claraval, Jacobo de Vorágine, san Gregorio Magno, entre otros, que complementa con autores de la Antigüedad como Aristóteles, Flavio Josefo, Plinio, Séneca y Solino (Collijn y Staff 1908: vii-xiv). De acuerdo con los datos proporcionados por la base ISTC, la prínceps latina habría visto la luz en Augsburgo en el taller de Günther Zainer, ca. 1472, conociendo más de cien ediciones en esta lengua, incluida una sevillana por Ungut y Polono en 1497, a las que seguirían las traducciones a lenguas vernáculas.
La traducción de Gonzalo García de Santa María se enmarca dentro de la traslación al vulgar de los evangelios y epístolas del misal para favorecer la divulgación de textos que la población escucharía en latín, y se contrapondría a una corriente más elitista del siglo XV de la traducción de la Biblia y sus comentarios dentro de un programa de erudición destinado a satisfacer la curiosidad de los grandes señores (Morreale 1958-1959: 277). En línea con ello se enmarcaría el colofón de la edición salmantina, que da cuenta del principal objetivo de la obra en lengua vernácula: no privar de esta doctrina a los desconocedores de la lengua latina y para que sea provechoso de leer en la tranquilidad de la casa y evitar caer en la lectura de libros “de poco fruto”.
En cuanto al procedimiento traductológico desarrollado por Gonzalo García de Santa María, este lo expresa en el prólogo conservado en la edición portuguesa: se opone a la traslación literal de las palabras y defiende la claridad de los términos empleados sin cambiar en ningún momento el significado de las palabras ni del texto (Mateo Palacios 2015: 20-21). En la traducción la influencia de la Vulgata es clave en la presencia de latinismos, pero el traductor no duda en utilizar muchas formas castizas, aunque se mantiene latinizante en la elección verbal y sintáctica. No habría añadido nada de su propia cosecha y poco se dejó por traducir al castellano (Morreale 1958-1959: 286-289).
La obra de Guillermo de París en los Evangelios y epístolas para todo el año se divide en dos partes, los evangelios por un lado y las epístolas por el otro, ambas partes con sus correspondientes glosas, cada parte a su vez subdividida en dos secciones que contienen la primera de ellas los evangelios y epístolas de las dominicas y festividades, y la segunda los propios oficios de los santos. Primero se citan siempre las partes iniciales del evangelio o de la epístola en latín para continuar con el texto íntegro en español y después una o más glosas, donde se halla inserto también entre paréntesis el texto mismo del evangelio o de la epístola del día (Collijn y Staff 1908: xxxi-xxxiii). Estas glosas empiezan identificando el fragmento citado y exponiendo la relación entre el fragmento y la epístola de cada festividad, al mismo tiempo que colocan el contenido del trozo litúrgico dentro del conjunto de la Sagrada Escritura con referencias al Antiguo y Nuevo Testamento. Su objetivo último no sería otro que profundizar en el sentido espiritual con elucubraciones alegóricas, anagógicas o morales (Morreale 1958-1959: 279). Como bien ha subrayado esta autora, la obra latina de Guillermo de París se enmarcaría en la historia de la exégesis bíblica, mientras que la traducción formaría parte de la historia de la Biblia en lengua vernácula (1958-1959: 280).
La versión de Gonzalo García de Santa María no superaría el siglo XVI. Se conocen dos ediciones sevillanas, una atribuida a Ungut y Polono en época incunable, y una cromberguiana de 1506, que bajo el mismo título siguen otra tradición textual que la propuesta por la traducción del jurista zaragozano (ver el apartado Notas). Ambrosio Montesino, por encargo de Fernando el Católico, realizó una revisión de otra edición existente de los Evangelios y epístolas no correspondiente con la de Gonzalo García de Santa María ni con el texto propuesto por las sevillanas, tarea que acabó el 20 de mayo de 1512 según la portada de la edición toledana de 1528 (vid. María Matesanz del Barrio, "Epístolas y Evangelios por todo el año. Una errónea atribución de autoría", Revista de filología románica, 13 (1996), pp. 215-230), y será la versión que pase a editarse a partir de ese momento: “Epistolas y evagelios por todo el año con sus dotrinas y sermones. Según la reformación y interpretación que d’esta obra hizo fray Ambrosio Montesino por mandado del rey nuestro señor. Muy limada y reduzida a la verdadera inteligencia de las sentencias y a la propiedad de los vocablos del romance de Castilla (…) Hecha en esta imperial cibdad de Toledo y en este su muy real monesterio y casa de san Juan Evangelista de los Reyes de la orden de los frailes menores, a veinte días del mes de mayo, año de nuestra reparación de mil y quinientos y doze años”. Estas ediciones ahora incluyen una carta dedicatoria a Fernando el Católico, una tabla inicial de contenidos elaborada por el propio Ambrosio Montesino, y pese a ser un texto diferente, mantienen el programa iconográfico propuesto por las ediciones incunables de la traducción de Gonzalo García de Santa María y por lo tanto de las ediciones incunables latinas del texto de Guillermo de París, eso sí, hacia una generalización referencial en la relación entre texto e imagen. La versión de Montesino terminaría incluida en el Índice de libros prohibidos.
Algunos datos biobliográficos sobre Gonzalo García de Santa María
Gonzalo García de Santa María fue un hombre polifacético cuya existencia vital transcurrió entre el siglo XV y XVI. Ocupó cargos relevantes en las instituciones políticas de Zaragoza, se movió en los círculos sociales e intelectuales de la capital del Ebro y fue defensor de la lengua castellana como lengua oficial en la unificación de la península antecediendo en ello a Nebrija. Perteneciente a una familia de judíos que se convirtieron cuando la situación política y social lo exigió para sus intereses, fue descendiente de personajes acaudalados de sólida formación: su abuelo Tomás, establecido en Aragón procedente de Castilla ya en 1415, fue médico y administrador del erario público, su padre fue un poderoso mercader y prestamista de Juan II y el príncipe Fernando, su tío Pedro llegó a ser abad del monasterio de San Millán de Lara en Burgos y su otro tío Juan fue mayordomo del gobernador de Aragón. Gonzalo García de Santa María nace en 1447, hijo de Gonzalo García de Santa María y Brianda Sánchez de Calatayud, perteneciente a una familia importante de judeoconversos de Belchite. Se doctoró en Derecho, posiblemente en Lérida y en 1478 se casó con Violante de Belviure, judeoconversa valenciana, localidad en la que vive por un tiempo. A partir de los años 80 empieza a ser conocido en Zaragoza en el terreno jurídico desempeñando puestos importantes: fue jurista y lugarteniente del Justicia de Aragón (1484 y 1496-1497), arbitró en diversos pleitos, ejerció como abogado de pobres (1493), fue abogado del arzobispo Alonso de Aragón (1500), asesor ordinario de la gobernación (1501-1504), consejero del concejo de Zaragoza (1489, 1494, 1503 y 1514) y trabajó como jurado, por lo que asistió al juramento de la princesa Juana en 1502. Todo ello le garantizó muy buenos contactos en el mundo de la administración zaragozana. No obstante, su vida no estuvo exenta de polémicas: en 1497 fue acusado de abandonar el deber en ciertas transacciones de propiedades, y en 1498 la actuación como defensa de doña Beatriz de Heredia le granjeó algunos problemas, ya que la parte acusada, el vizconde de Évole, llegó a ordenar que lo matasen a palos. En 1509 se retiró al monasterio cartujo de Scala Dei en Tarragona, orden en la que ingresó en 1510 y en la que se mantuvo hasta su muerte en 1521 (Martín Abad 1986; Mateo Palacios 2017).
Siempre fue consciente de la revolución que iba a suponer la imprenta como invento en la Península para el mercado editorial, por lo que estableció una estrecha relación con los impresores Pablo y Juan Hurus, para los que trabajó como traductor, editor y corrector de textos, mostrando su preocupación por la corrección ortográfica y la puntuación. Como traductor, salieron de sus manos, bajo la forma de ediciones impresas, además de los Evangelios y epístolas: las Vidas de los sanctos religiosos de Egipto (ca. 1488), la Supleción de los modernos al blasón del mundo (1488-1491), el Cordial de las cuatro cosas postrimeras (1491, 1494, 1499, 1509), el Catón en latín y en romance (1493-1494) y el Tratado de las diez cuerdas de la vanidad del mundo según la atribución de Nicolás Antonio (1494). Como autor, y en soporte manuscrito, se le atribuyen el Árbol de la sucesión de los reyes de Aragón (1497-1499), el Serenissimi principis Joannis Secundi Aragonum Regis vita (1501-1505) y el Regum aragonum res geste (1509-1519). Finalmente, como corrector y editor, elaboró el proemio del Dialogus pro Ecclesia contra Synagogam (Juan Hurus, 1488-1490) y trabajó en el Fori aragonum abreviati et Observantiae (Pablo Hurus, 1496) (Mateo Palacios 2017: 114-115).
Los Evangelios y epístolas dentro de la producción de Gonzalo García de Santa María
Su condición de judío converso le llevó a manifestarse como buen cristiano siempre que tuvo ocasión, tanto en su testamento, donde evidenció que defendía y practicaba los preceptos de la fe católica, pero también en los prólogos, como por ejemplo en las Vidas de los sanctos religiosos de Egipto, donde recordaba la traducción que había realizado de los Evangelios y epístolas a modo de propaganda comercial y explicaba que la traslación de esta obra hagiográfica tenía como objetivo enseñar ejemplos prácticos para lograr la salvación del alma. Estas aserciones pudieron deberse o bien a una táctica mercantil y publicitaria o a una forma de recordar a los inquisidores su vida ejemplar a través de su trabajo (Mateo Palacios 2015: 24).
La totalidad de obras traducidas por Gonzalo García de Santa María pertenece a la tratadística religiosa, a la hagiografía y a la formación práctica y religiosa o bien, dentro de otras temáticas, aborda cuestiones tratantes a la fe. Se une a estas traducciones el prólogo al Dialogus pro Ecclesia contra Synagogam, opúsculo de carácter popular dentro de los tratados adversus iudaeos, frecuentes en la Edad Media, y dentro del género de la apologética cristiana antijudía, donde el propio García de Santa María declara que el texto sería muy leído por contener muchas cosas a favor de la religión cristiana (vid. Mateo Palacios 2015: 31-32; Carmen Cardelle de Hartmann, “El Dialogus pro ecclesia contra synagogam impreso por Pablo Hurus: autoría, fecha y transmisión manuscrita”, Sefarad, 62 (2002), pp. 3-19). En este contexto hay que entender también las afirmaciones vertidas en el prólogo de las Vidas de los sanctos religiosos de Egipto.
La dedicatoria a Juan de Lanuza, figura trascendente de la administración del reino y para el que trabajó como jurista, entra dentro de ese deseo de granjearse una protección adicional ante su condición de neófito. Es necesario añadir que en 1485, fecha relacionada con la primera edición de los Evangelios y epístolas, se había creado en Aragón el Tribunal del Santo Oficio, al que Juan de Lanuza había prestado juramento de favorecer, y en septiembre de ese mismo año moría asesinado Pedro de Arbués, vicario del arzobispado de Zaragoza, y quien había concedido el permiso de publicación de la obra a García de Santa María, de cuya muerte se acusó a la comunidad judeoconversa. En el prólogo precisamente se hace eco de los topoi de alabanza a las virtudes del dedicatario, pero pone especial hincapié en la veracidad de la materia traducida, escrita por los cuatro evangelistas por inspiración del Espíritu Santo, para que se tenga conocimiento de toda la doctrina evangélica y de lo que se reza y lee en la iglesia los domingos y las fiestas más solemnes del año.No obstante, Gonzalo García de Santa María no sorteó el ojo inquisitorial, y sufriría penitencias en 1486, 1488 y 1492, mientras su mujer estaba detenida por crímenes de herejía en el palacio de la Aljafería (Mateo Palacios 2017: 109).
Testimonios de lectura:
Puesto que la traducción de Gonzalo García de Santa María no conoció ediciones más allá del siglo XVI, dado que las que se imprimen en esta centuria corresponden a la reformulación del texto llevada a cabo por Ambrosio Montesino a petición de Fernando el Católico, los testimonios de lectura que aquí se consignan no sobrepasan las primeras décadas del quinientos, siempre teniendo en cuenta también que la denominación “evangelios” podía aludir a numerosos textos afines de gran popularidad y que circulaban en la época.
En el inventario de Miguel Aramburo, realizado el 23 de octubre de 1492 en Zaragoza, sus albaceas hallaron unos Evangelios con glosa impresos en romance, “de los de micer Goncalbo”, que para Pallarés Jiménez (p. 223), podría corresponder con cualquiera de las dos ediciones de Hurus. Un libro de “abangelios y de epístolas en romanz” figuraba entre los bienes del pergaminero Miguel Atienza el 18 de septiembre de 1497 en Zaragoza (Pallarés Jiménez, p. 223-224). En el testamento dictado por mosén Bartolomé Talayero el 11 de noviembre de 1485 en Zaragoza, licenciado en teología y racionero de Santa María la Mayor, deja, entre otros bienes un libro “sobre los evangelios” a los frailes del convento de Santa María de Jesús. En un papel sin fechar inserto en este documento, lega a su criado Martín “los evangelios con las epistolas comentadas en enpreh[enta]”. (Pallarés Jiménez, doc. 165).
De nuevo en Zaragoza, el 16 de agosto de 1487, Pedro Tafalla, lugarteniente del alguacil, realiza por orden de los inquisidores el inventario de los bienes de unas casas del ciudadano Sancho Paternoy, donde encuentra “unos evangelios impresos” (Pallarés Jiménez, doc. 186). En la localidad de Mallén, por mandato inquisitorial se inventarían los bienes de García León, donde se encuentran, entre otros enseres, “un libro impreso sobre los evangelios” (Pallarés Jiménez, doc. 215). En Zaragoza, los tutores de los huérfanos de Manuel Sesé, camarero mayor del rey, el 22 de julio de 1490 efectúan el inventario de sus bienes en unas casas en la parroquia de San Felipe donde encuentran “un libro impreso de los evangelios” (Pallarés Jiménez, doc. 233). El 9 de octubre de 1497 los albaceas de Pedro Lacera, oficial eclesiástico de Zaragoza, efectúan el inventario de sus bienes donde se recoge, entre los libros que poseía, “Item las postillas sobre las epistolas et evangelios por ligar” (Pallarés Jiménez, doc. 325). El 2 de junio de 1500, los tutores de los huérfanos del ganadero Juan Monreal, oriundo de Zaragoza, efectúan el inventario de los bienes de su residencia en la parroquia de San Pablo donde hallan “un libro de los evangelios en romance” (Pallárés Jiménez, doc. 363).
El libro figura también en el inventario de los bienes que poseía Isabel Sevil en Zaragoza en su casa de la parroquia de San Gil, “Item, las epistolas y los evangelios en romance d’enprenta y en tablas, [sobrepuesto: XIIII sueldos]” (vid. Manuel José Pedraza Gracia, Documentos para el estudio de la historia del libro en Zaragoza entre 1501 y 1521, Zaragoza, Centro de Documentación Bibliográfica Aragonesa, 1993, doc. 295, p. 86). En el inventario de Yolanda Soria, con casa en la parroquia de san Pablo se lee “Item, hun libro de las Epistolas y Evangelios de enprenta” (vid. Manuel José Pedraza Gracia, Documentos para el estudio de la historia del libro en Zaragoza entre 1501 y 1521, Zaragoza, Centro de Documentación Bibliográfica Aragonesa, 1993, doc. 715, p. 173) y lo mismo en el de Aldonza de Santa Fe en su casa de la parroquia de San Felipe: “Item, un libro de los Evangelios en romanz con las cubiertas de fusta” (vid. Manuel José Pedraza Gracia, Documentos para el estudio de la historia del libro en Zaragoza entre 1501 y 1521, Zaragoza, Centro de Documentación Bibliográfica Aragonesa, 1993, doc. 972, p. 226).
En Castilla, figuran en el testamento de Fernando de Rojas de 1541 unos Evangelios y epístolas en romance, que para Víctor Infantes se trataría de la edición salmantina de 1493 (vid. Víctor Infantes, "Los libros "traydos y viejos y algunos rotos" que tuvo el Bachiller Fernando de Rojas, nombrado autor de la obra llamada Celestina", Bulletin Hispanique, 100 (1998), pp. 7-51). También se encontraba la obra entre los fondos librarios poseídos por Isabel la Católica, de acuerdo con los estudios de Elisa Ruiz García, Los libros de Isabel la Católica. Arqueología de un patrimonio escrito, Salamanca, Instituto de Historia del Libro y de la Lectura, 2004. Entre 1500 y 1501, la reina envía a sus hijas Catalina (H2 19) y María (H1 8), ya casadas en el extranjero, una partida de libros a modo de regalo, entre los que figuran “otro libro que es la Espistolas (sic) y evangelios, escripto de molde, de marca de pligo, guarnesçido como los susodichos” para Catalina y los “Evangelios y epístolas” para María. Entre los bienes custodiados en la Capilla Real de la catedral de Granada figura “otro libro de molde que son Epístolas e evangelios del año” (D1 127). También figuran unos “Evangelios en romance” en la relación de libros que poseía Margarita de Austria, muchos de ellos recibidos a la muerte del príncipe Juan.
Bibliografía:
Aznar Grasa, José Manuel (1989), "Notas sobre el grabado estampado en Zaragoza en los siglos XV y XVI en relación con otros centros de la Península. Tres casos paradigmáticos", en Actas del V Coloquio de Arte Aragonés (Alcañíz, 1987), Zaragoza, Diputación General de Aragón y Universidad de Zaragoza, pp. 497-510; Collijn, Isak (1906a), "Notas sobre un incunable español desconocido, existente en la Biblioteca de la Real Universidad de Upsala", Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, XV, pp. 47-56 (sobre Salamanca, 1493); Collijn, Isak (1906b) "Adiciones al estudio sobre un incunable español desconocido, existente en la Biblioteca de la Real Universidad de Upsala", Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, XV, p. 422; Collijn, Isak y E. Staaff (1908), Evangelios e epístolas con sus exposiciones en romance según la versión castellana del siglo XV hecha por Gonzalo García de Santa María del texto de Guiliermus Parisiensis: Postilla super epistolas et evangelia, ahora de nuevo publicada conforme a la edición de Salamanca de 1493 existente en la biblioteca de la R. Universidad de Uppsala, Uppsala/Leipzig, Akademiska Bokhandeln, Otto Harrassowitz; Martín Abad, Julián (1986), "Gonzalo García de Santa María: apuntes bio-bibliográficos", en Homenaje a Luis Morales Oliver, Madrid, Fundación Universitaria Española, pp. 495-513; Mateo Palacios, Ana (2015), Las vidas de los sanctos religiosos de Egipto traducidas por micer Gonzalo García de Santa María. Estudio y edición, Zaragoza, Institución Fernando el Católico; Mateo Palacios, Ana (2017), “Gonzalo García de Santa María. Vida y obra de un erudito aragonés en la Zaragoza de 1500”, Archivo de filología aragonesa, 73, pp. 99-124; Morreale, Margherita (1958-1959), “Los Evangelios y Epístolas de Gonzalo García de Santa María y las Biblias romanceadas de la Edad Media”, Archivo de Filología Aragonesa, X-XI, pp. 277-289.
Notas:
Ludwig Hain llegó a mencionar una edición de esta traducción de 1479, dato que reprodujo Francisco Méndez, y que se trataría a todas luces de una edición fantasma (vid. Martín Abad 1986: 497). Tras observar cómo el colofón salmantino copiaba el lema de Hurus tras la fecha de impresión, Haebler, II, n. 250 (3) llegó a pensar en la existencia de otra edición zaragozana inmediatamente anterior a esta, de la que tampoco se tiene constancia hasta la fecha.
No se conocen ediciones de la traducción de Gonzalo García de Santa María más allá de las dos zaragozanas y la salmantina. Se conserva un fragmento de cuatro folios de una edición sevillana que formaba parte de la encuadernación de la Sacra biblioteca sanctorum Patrum de Margarinus de La Binge dentro de la colección Bamburg de la Durham University Library (signatura Bamb. C. I.1-9; ISTC ie00096500; GW M3426910), atribuida a Ungut y Polono, ca. 1495-1500 (vid. Richard Ovenden, “The Scriptures in Spain: An Unrecorded Incunable from Seville?”, Gutenberg–Jahrbuch, 66 (1991), pp. 138–142). Esta traducción, adornada con los grabados de la Postilla super Evangelia et Epistola de estos dos impresores de 1497, supone una tradición textual diversa de la traducción propuesta por el jurista zaragozano. El cotejo de la reproducción del fragmento conservado proporcionado por Ovenden (1991) con la edición sevillana de Jacobo Cromberger de 1506 (Griffin, n. 20) muestra que desciende de esta y en la que reutiliza los materiales iconográficos de los anteriores y que había recibido en herencia tras casarse con la viuda de Polono. A partir de 1512, las ediciones que ven la luz bajo el título de Evangelios y epístolas no partirán de la traducción de Gonzalo de Santa María ni del texto propuesto por las dos ediciones sevillanas anteriormente propuestas, sino de la revisión que hace Ambrosio Montesino a partir de otros romanceamientos existentes de los Evangelios y epístolas. Para la problemática de estos textos, vid. María Matesanz del Barrio, Espístolas y evangelios por todo el año. Edición crítica y estudio lingüístico, tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1995 y María Matesanz del Barrio, “Epístolas y evangelios por todo el año. Una errónea atribución de autoría”, Revista de filología románica, 13 (1999), pp. 215-130.
Responsable:
Nuria Aranda
Revisión:
Grupo Clarisel
Fecha de publicación:
2024-11-15
Fecha de última modificación:
2024-11-15
DOI:
https://doi.org/10.26754/uz_comedic/comedic_CMDC158
Cómo citar:
Aranda, Nuria, "Guillermo de París, Evangelios y epístolas”, en Comedic: Catálogo de obras medievales impresas en castellano hasta 1600, Zaragoza (España), ISSN 2530-1985 [en línea]. Publicación: 15-11-2024, DOI: https://doi.org/10.26754/uz_comedic/comedic_CMDC158, [Consulta: dd-mm-aaaa].
Un cadeau de mariage pour imprimeurs