- Ficha:
- CMDC16
- Autor-es:
- Tito Livio (ca. 59 a.C.-17 d.C.)
- Título normalizado:
- Décadas
- Variantes título:
- Las décadas de Tito Livio” (portada, título xilografiado, Salamanca,1496) (portada, título xilografiado, Burgos 1505) “portada, título xilografiado, Toledo).
- Título original:
- Historiae Romanae decades
- Segundo autor:
- Ref. Alonso Pimentel, conde de Benavente; Trad. Pero López de Ayala
- Destinatario:
- La versión del canciller está dedicada a Enrique III, sin embargo, la refundición de Pimentel, al eliminar los materiales preliminares de Ayala, omite la dedicatoria.
- Fecha composición:
- Compuesto ca. 1353-1356 en su versión francesa.
- Fecha traducción:
- Traducido al castellano por Ayala ca. 1396-1400. Refundido y compilado por Pimentel ca. 1439.
- Lengua de partida:
- Francés
- Testimonios manuscritos:
- Cuatro manuscritos: Madrid. BNE, ms. Res. 204; Madrid. BNE, ms. 10.803; Madrid. BME, ms. g-I-10; Madrid. BME, ms. g-I-11
- Testimonios impresos:
- Tres impresos: 1) Salamanca: [Juan de Porras], 1496, 15 de agosto; 2) Burgos: Andrés de Burgos, 1505, 24 de mayo; 3) Toledo: Juan de Villaquirán, 1516, 22 de marzo.
- Formato:
- Folio
- Repertorios:
- Brunet III, col. 1113 (p. 149); Haebler 36; Vindel, II, 85; IBE 3534; Martín Abad.Inc. L-53; Martín Abad. Cum Figuris 336.
En línea: BeCLaR: CICLE0075 Corpus de Incunables deClásicos Latinos en España (última consulta 12-01-2020). (http://www.incunabula.uned.es/index.php?seccion=citarCicle" style="text-align: justify; background-color: rgb(255, 255, 255);">http://www.incunabula.uned.es/index.php?seccion=citarCicle); CCFR 31474674; CCPB CCPB000110769-0; GW M18526; IB 11353; ISTCil00249000; Philobiblon nº BETA manid 1894; PORBASE 321470; USTC 33346
- Ejemplares:
- Lisboa. BNL: INC 3501
Londres. BL: IB.52828 (ejemplar imperfecto, mútilo de la portada y las tres últimas h.)
Madrid. BDZ: 15-95
Madrid. BNE: INC/652 [Ejemplar en mal estado, incompleto y mútilo de algunas hojas]
Madrid. BNE: INC/2541 [Ejemplar mútilo de la hoja signatura a1]
Madrid. BPR:I/200[imperfecto de acuerdo con USTC]
Madrid. BUCM: BH INC FL-116
Nueva York. Columbia. Butler Library Goff: L249 [restaurado, con hojas facsimilares]
París. BnF: RES-J-1827
París. BnF: R13380
San Marino (California). Huntigton Library: 90978
Soria. Biblioteca Pública de Soria: PS I-37
Digitalizados
Lisboa. BNL: INC 3501: https://permalinkbnd.bnportugal.gov.pt/records/item/70170-decadas" style="text-align: justify; background-color: rgb(255, 255, 255);">https://permalinkbnd.bnportugal.gov.pt/records/item/70170-decadas
Madrid. BNE: INC/2541: ">http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000177085&page=1">http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000177085&page=1
Madrid. BPR: https://rbdigital.realbiblioteca.es/s/realbiblioteca/item/1506" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; background-color: rgb(255, 255, 255);">https://rbdigital.realbiblioteca.es/s/realbiblioteca/item/1506
Madrid. BUCM: BH INCFL-116: ">https://patrimoniodigital.ucm.es/s/patrimonio/item/48169">https://patrimoniodigital.ucm.es/s/patrimonio/item/48169
- Facsímiles:
- Paratextos socioliterarios:
- La edición carece del prólogo que López de Ayala escribió para su traducción, en el que achacaba la confección de la obra al mandato de Enrique III. Tampoco aparece el prólogo de Bersuire, traductor de la obra latina al francés y base de la traducción de Ayala, que dedicaba la obra a Juan I el Bueno y que aparecía también, traducido, en la obra castellana (Gómez Redondo 2002: 2135; Wittlin 1982: 32-33). Sí que aparece, sin embargo, la traducción del prólogo de Livio, que comienza:“Sí me pongo a escrivir las cosas por los romanos fechas desde el comienço que fue Roma fundada; yo no soy cierto si cosa convenible será” (fol. Ij). En él, el historiador trata de justificar la necesidad de la obra como una forma de “mantener en memoria los fechos de aquel pueblo príncipe de las tierras” (fol. Ij).
- Paratextos editoriales:
- La portada presenta un grabado xilografiado que representa a Tito Livio escribiendo, enmarcado “por una orla de con motivos vegetales y pequeños animales o dragones fantásticos encaramados entre las ramas sobre un fondo negro” (García-Cervigón del Rey y López Varea, 2024: 82). Debajo, también xilografiado y flanqueado con tres estampas diferentes de motivos vegetales (las dos laterales) y geométricos (la inferior), aparece el título “Las décadas de Tito Livio:”.
En el folio ij, en letra roja: “Aquí comiença el primer libro de la primera década de Tito Livio, el qual fue en el tiempo de las grandes batallas q[ue] entre Julio César y Pompeyo fueron, el qual fue natural de la ciudad de Padua.”. Seguido, también en tinta roja, “Capítulo j. del prólogo”. “Aquí se acaba la primera década de Tito Livio” (fol. lxxx). “Aquí comienza la segunda década de Tito Livio de las guerras que fueron entre los romanos y los cartagineses en tiempo de Aníbal emperador y caudillo de Cartago.” (fol. Lxxx, v). “Aquí acaba la segunda década de Tito Livio" (fol. Cxlj, v)”. “Aquí comienza el prólogo de la tercera década de Tito Livio» (fol. Cxlij)”. “Las Décadas de Tito Livio impressas en Salamanca. Año de nuestro salvador Jesu Cristo de mil y cccc y xcvij años. Acabáronse mediante Dios lunes xv días del mes de agosto.” (fol. Cxcx)
Finaliza el volumen con tres secciones cuya foliación no se refiere. Primero, una tabla de relación de los contenidos, desglosando capítulo, libro y década: “Aquí comienza la tabla de las décadas de Tito Livio Patavino padre de las romanas historias y contiene todos los libros y capítulos por orden según está en la composición”. A continuación, un “registro de las cartas”; y, finalmente, un glosario que lleva por título: “Declaraciones de algunos vocablos que dudosos parescerán en esta obra”.
- Grabados:
- La edición cuenta únicamente con el grabado de la portada. De su descripción y recorrido se han ocupado tanto M.ª Eugenia López Varea y García-Cervigón del Rey (2024) como Martín Abad. Cum Figuris II, (2018: 1356), que lo describe como: “estampa dentro de un marco con adornos vegetales y pequeños animales en blanco sobre fondo negro, representando al autor, tal como se indica en el fondo, a la altura de su cabeza: «TITO LIVIO:», aparece en una estancia, vestido con túnica talar y cubierta la cabeza con gorro rematado por un alto adorno, sentado en un lujoso sitial, en cuyo lado a la vista aparece tallado un músico acompañado de un animal, dentro de una frondosa enramada y en actitud de escribir sobre un cuaderno parcialmente blanco, apoyado sobre una mesa lujosa, sobre la que existe una caja con instrumental necesario para la escritura; al fondo, tres baldas con libros, algunos abiertos, y a la derecha otro mueble sobre el que existen tres recipientes. Debajo de la estampa aparece el título, encerrado por tres piezas xilográficas diferentes, dos con adornos vegetales y una con una sencilla cadeneta, en blanco sobre fondo negro.” Varona y García-Cervigón del Rey señalan que la estampa permite al lector hacer una transposición del pasado al presente y plantean que este grabado pudo tener como modelo la versión francesa de Bersuire publicada por Jean Du Pré entre 1386 y 1487, que presentaba, siguiendo a su vez la tendencia de algunos incunables italianos, a un autor-escritor en su estudiolo (Varona y García-Cervigón del Rey 2024: 9). Las dimensiones del grabado son de 165x117 mm. A pesar de su belleza y calidad técnica, el taco gozó de poca fortuna en la imprenta castellana, pues solo se reutilizó una vez, en 1515, en una edición de las Questiones super duos libros Perihermenias Aristotelis de Johannes Dullaer, costeada por Juan Martínez Silíceo, que salió de las prensas de Juan de Porras. En ella, el rótulo con el nombre del personaje ha sido raspado.
Martín Abad. Cum Figuris II, (2018: 1356) destaca, además, en el fol. ij, “una inicial S, en campo abierto, formada por dos peces unidos por la cabeza con otros adornos vegetales sobre fondo negro. En color rojo, igual que el prólogo”. La inicial corresponde a la empleada en la h. 9 de la Crónica de España de Diego Valera, publicada en las prensas del mismo impresor en 1493. Vindel (1946:61) señala que la inicial se repetirá en obras posteriores. Antonio Gallego (1979:51) destaca su “indudable sabor mozárabe” (vid. Gallego, Antonio, 1979, Historia del grabado en España, Madrid, Cátedra). En el cuerpo del texto, se encuentran capitulares ornamentales en xilografía a dos tintas.
- Notas:
- El debate en torno a la identificación del impresor se precipita por la ausencia de colofones en la imprenta salmantina temprana. La atribución de la edición al impresor Juan de Porras es defendida por M.ª Antonia Varona (1994), que se basa en argumentos tipográficos y documentales para identificar la “imprenta de la gramática de Nebrija” o “segunda imprenta anónima de Salamanca” con la “imprenta de Juan de Porras”. Este habría heredado la imprenta que su padre, Alonso de Porras, había tenido en sociedad con Sánchez de Cantalapiedra y que puede identificarse con la “primera imprenta anónima de Salamanca” o “imprenta de las Introducciones Latinas de Nebrija”, que habría funcionado entre 1480 y 1483-1485. Tras el fallecimiento en 1483-1485 Alfonso de Porras, su hijo Juan comienza su carrera como impresor (primero en sociedad y, a partir de 1488, en solitario). De su imprenta será característica la “S” mayúscula formada por dos peces antes mencionada, que reaparecerá, ya en el XVI, en algunas ediciones de Juan Gysser (Vid. López Varea, M.ª Eugenia, 2015, “La imprenta incunable en Salamanca”, en Doce siglos de materialidad del libro. Estudios sobre manuscritos e impresos entre los siglos VIII y XIX, dir. Manuel José Pedraza Gracia, eds. Helena Carvajal Gracia y Camino Sánchez Oliveira, Prensas de la Universidad de Zaragoza, p.274).
A pesar de que el colofón ofrece como datación el “Año de nuestro salvador Jesu Cristo de mil y cccc y xcvij años” y, más concretamente el “lunes xv días del mes de agosto” (fol. Cxcx), M.ª Eugenia López Varea señala que el 15 de agosto de 1497 no fue lunes y apunta que, aunque lo normal es que la imprenta salmantina se rija por el año a nativitate Domini, este impreso parece estar datado según el año pisano o ab incarnationis Domini, lo que supone que la fecha de impresión debe ser adelantada un año. Así, el impreso debió terminarse el lunes 15 de agosto de 1496 (López Varea 2017: 265-271; y López Varea, M.ª Eugenia, 2018, “El enredijo de los colofones de los incunables salmantinos I: Autoría de algunos colofones y una datación en el Anno ab Incarnatione Domini al modo de Pisa en un incunable de Salamanca”, Pecia Complutense, Año 15, p. 68). Es de notar que el polígrafo Menéndez Pelayo había reparado ya en que la fecha del colofón debía ser una errata, sin aventurar una datación propia para el impreso (cit. en Delicado Méndez, 1991: 466).
CCPB recoge dos estados de esta edición, señalando que en algunos ejemplares no consta la errata en la foliación de la h. 85 en vez de la 88 y que se encuentran pequeñas variantes en la última línea de ambas columnas de dicho folio: "q[ue] passó su h este a campania" o "q[ue] passó su hueste a campania" y "de los gallos la q[ua]l yo recelo q por nra covar" o "de los gallos la q[ual]l yo r ecelo q por nra covar". Ahora bien, parece más bien referirse al error de foliación que sustituye fol. Lxxxvi por el Xcvj. CCPB señala, además, otros errores de foliación: Lxi en lugar de Lxxi, Cv en lugar de Cvj, Cxxxvj en lugar de Cxxxvij.
En cuanto a su organización material, al final del folio CC siguen 11 hojas de tabla y declaración de vocablos dudosos. Delicado Méndez (1991: 383) señala que la excepcional aparición de las tablas al principio en algunos ejemplares se explicaría porque estas habrían sido arrancadas del final para colocarlas al principio. Por su parte, el fol. Ccxij aparece en blanco. Tipográficamente, Vindel señala que la estampación está hecha con “la primera tipografía gótica de la segunda época” y que está impresa en dos tamaños, uno para el cuerpo y otro para la portada y epígrafes.
El ejemplar custodiado en la BUCM posee notas marginales. Estas anotaciones manuscritas parecen ser muy posteriores a la publicación del volumen. En el fol. I v, se lee: “Ase de considerar en estas guerras cómo fueron tan crueles los capitanes de los romanos, y cómo fueron tan afables los cónsules en todo quánto les pidieron los rendidos y mucho más se augmentó el pueblo romano con la afabilidad y con el perdón que sus capitanes rindieron con las armas”. Se trata de una nota que marca ya la naturaleza de la abundante cantidad de anotaciones que encontramos en el volumen. En ellas, la mano valora y compara los valores del pueblo romano descritos por Livio con los de su época o con los de la historia de España: “peor está agora”, “hoy son malos exemplos” (fol.iij) o, más adelante, “cuán al contrario en nuestros tiempos” (fol. Xiv). Así, en el capítulo I del segundo libro de la primera década, la mano anota «casa de Austria» al lado de una reflexión sobre el deseo de poder de la dinastía de los Tarquinos (fol. Xiij). Otro ejemplo de esta tendencia a comparar se da en el libro 2, en que, al hilo de una posible reparación de bienes, compara la duda del senado y la situación de los demandantes con «la de los moriscos de Hespaña». En otras ocasiones, la mano complementa o corrige el texto con información adicional “100 senadores”, “la disímula es traydora” (fol. iv) o “y Perdulio”(f. vij). Estas anotaciones debieron hacerse, pues, muy posteriormente a la publicación del texto, probablemente por una mano instruida y conocedora de la historia, tanto de Roma, por las correcciones que ofrece del texto, como de España. Otras notas obedecen a enseñanzas generales que la mano extrae del texto, así, en el fo. Cxcij, correspondiente al capítulo X del libro 9 de la tercera década, hay una nota más extensa en el margen inferior que reza: “y mayor acuerdo es que se vaya uno al infierno con muchos officios que no muchos cada uno con un offici:”. En cuanto a la posible datación de las notas, en un apunte marginal perteneciente al capítulo IX del sexto libro de la primera década (fol. Xlvij), se lee “Madrid= Año 1628” al lado del pasaje que narra una peste y hambruna que provocaron guerras. Ello parece indicar con toda seguridad que las notas se realizaron de manera posterior a esa fecha. De hecho, la significación de la mano en contra de la casa de Habsburgo acaso permitiría aventurar que las anotaciones pudieron hacerse ya en época borbónica. Mención aparte merece un pequeño dibujo que se repite frecuentemente en los márgenes y que parece representar una cara, formada a partir de la palabra “ojo”, enmarcada con un trazo en forma de cabellera, que el autor emplea para señalar elementos del texto que le parecen destacables; a menudo porque deben ser corregidos.
El ejemplar tiene estampado el ex libris de armas de la condesa del campo de Alange, que tuvo en posesión el volumen. Por otro lado, en la portada, puede verse el sello de la librería de Campo-Alcalá (1891) Madrid. Bajo el título, una nota manuscrita de la mano antes mencionada reza: “las Décadas de TitoLivio […]”.
También el ejemplar de BNE, al que le falta la portada, posee anotaciones manuscritas en los folios iij, Xx y Lxvij. En este caso, las notas, que posiblemente obedezcan a dos manos y fechas diferentes, están escritas en lengua latina: “ladem pena puniuntur” (fol. Lxvij). De igual manera, el ejemplar del Palacio Real cuenta con notas marginales, mucho más escasas y que parecen bastante posteriores a la impresión del volumen.
- Formato:
- Folio
- Repertorios:
- Brunet III, col. 113; Salvá, II, n. 2785; Simón Díaz. BLH, II, n. 2760; Penney, p. 309; Norton, 314; Fernández Valladares. Burgos 20 (recoge entre otros: Beardsley 14 (en nota) (1970: 27), (vid. Beardsley, Theodore S., 1970, Hispano-Classical Translations printed between 1482 and 1699 Duquesne University Press); Martín Abad. Post. n. 928; Palau, VII, n. 139.126); Alvar-Lucía. Repertorio 134-135.
En línea: BECLaR CECLE0169; CCPB CCPB000015808-9;IB 57764; USTC 337647
- Ejemplares:
- Cambridge (Massachusetts, US). HLH: Typ. 560 05.526F
Madrid. BSen: FH38826
Montpellier. MMo: V2332
Nueva York. HSA: PA 6457.S6 V4 1505
Orihuela. Biblioteca Pública: A (O)-BP, 946
Palma de Mallorca. MM: M52-2-13
Salamanca. BUSal: BG- 28997
Toledo. BPT: Res. 38
Digitalizados:
Salamanca. BUSal: 2899 https://gredos.usal.es/handle/10366/120437
Toledo. BPT RES.38: https://patrimoniodigital.castillalamancha.es/bidicam/es/consulta/registro.cmd?id=12305" style="">https://patrimoniodigital.castillalamancha.es/bidicam/es/consulta/registro.cmd?id=12305
Madrid. BSenM. FH38826: https://www.senado.es/proc/opac/O7099/ID5275ac84/NT0
- Paratextos socioliterarios:
- De igual manera que en la edición salmantina, esta impresión carece tanto del prólogo de López de Ayala como del de Bersuire, manteniéndose únicamente la traducción del de Livio, que se recoge anteriormente.
- Paratextos editoriales:
- Tal como ocurría en la edición salmantina, comienza con el prólogo de Livio en tinta roja. “Aquí comiença el primer libro de la primera década de Tito Livio, el qual fue en el tiempo de las grandes batallas q[ue] entre Julio César e Pompeyo fueron, el que fue natural de la cibdad de Padua” (prólogo, fol. ij). “Aquí comiença la segunda década de Tito Livio de las guerras que fueron entre los romanos y los cartaginenses en tiempos de Aníbal emperador y caudillo de Cartago” (fol. Lxxvi). “Aquí acaba la segunda década de Tito Livio” (fol. Cxxxvij). “Aquí comienza el prólogo de la tercera década de Tito Livio” (fol. Cxxxvij). “Fue vista esta obra y aprovada por los reverendos señores el licenciado Alonso de Fuentes, tesorero de la iglesia mayor de Burgos y puisor en su obispado y Pedro Gernández de Villegas arcediano de Burgos” (fol. Cxcvij). “Fenescen las Décadas de Tito Livio impressas en Burgos por Andrés de Burgos. Año de nuestro salvador Iesu Christo de mil y quinientos y cinco años a xxiiii días del mes de mayo.” (colofón, f. Cxcvij).
La edición termina con una tabla que da relación de los capítulos que contiene cada libro de cada década, así como con un glosario de términos que es herencia ya de Bersuire. “Aquí comiença la tabla de las Décadas de Tito Livio Patavino padre de las romanas historias y contiene todos los libros y capítulos por orden según está en la composición”; “Declaraciones de algunos vocablos que dudosos parescerán en esta obra” (A4 v); “Deo gracias”. La novedad de esta edición burgalesa es la alusión final a la constitución material de la edición: “Todos son quadernos salvo [los dos últimos] que son ternos”. En toda esta última parte, como ocurría ya en la edición salmantina, no se refiere la foliación.
- Grabados:
- La portada (f. I) presenta una xilografía en que puede verse un caballero arrodillado ante el rey. Fernández Valladares. Burgos 20 describe la portada: “Flanqueado por dos piezas xil. verticales con decoración vegetal en roleos, más ancha y larga la izda, grab.xil. que representa a un rey entronizado haciendo entrega de una lanza a un caballero arrodillado ante él, en una sala con dos ventanales y un arco conopial en primer término; bajo el grab., dos finas piezas xil con decoración geomética; bajo el grabado se encuentra el título, también xilográfico, que reza «LAS DECADAS: DE TITO LIUIO»”. Se trata del mismo grabado que aparece en la Doctrina e instrucción de la arte de la cavallería, publicada en 1497 por Juan de Burgos. Para otra descripción minuciosa del mismo, véase Martín Abad. Cum Figuris II (2018: 1357) 279. Las dimensiones del grabado son de 150 x 124 mm. Por su parte, en el f. ij, justo a continuación, aparece otra ilustración que representa, en este caso, la crucifixión de Cristo. Fernández Valladares. Burgos 20, la describe como: “Grab. xil. que representa la Crucifixión con las Santas Mujeres a la izquierda de la Cruz, San Juan a la derecha y la Magdalena abrazada a ella, dentro de un marco de doble filete”.
En el f. Ij se encuentra una inicial del texto en tinta roja grabada y ornamentada con motivos vegetales y geométricos. Esta, colocada seguramente a imitación de la “S” mayúscula característica de la edición salmantina, no se corresponde con el comienzo del texto: “Sy me pongo a escrevir” (ed. salmantina) y “Así me pongo a escrevir” (ed. burgalesa), por lo que parece tener únicamente un valor ornamental. Parece ser un recurso relativamente frecuente del impresor burgalés, pues se encuentra también en su edición de los Evangelios y epístolas.
En el fol. Cxcvij, se encuentra un grabado xilográfico que Fernández Valladares. Burgos denomina “marca A del impresor” y que Vindel (1951) cataloga como “Marca tipográfica del impresor n.º 73”. Se encuentra enmarcada por cuatro cenefas decoradas con motivos vegetales y antropomorfos. La marca de impresor muestra un escudo sujeto por tres ángeles en que se representa un corazón atravesado.
- Notas:
- Esta edición varía levemente su estructuración respecto de la salmantina, pues prescinde del “Registro de cartas” que aquella adjuntaba entre la tabla de contenidos y el glosario de términos. CCPB recoge que existen algunos errores en la numeración de los capítulos, como en el capítulo XII de la segunda Década (f. Lxxxijv), donde aparece erróneamente "Capit. iii”. Sin embargo, no hay rastro de estos errores en los ejemplares de la BDH, del Senado ni en la de la BUSal, lo cual podría indicar, bien la existencia de varios estados de la edición, bien que la información del repertorio es errónea. Por su parte, Fernández Valladares. Burgos 20 sí que recoge algunas erratas en las signaturas y en la foliación: así el folio Viij es recogido como Xxxij; el Lxxxv como Cxv, el Clx como Clij,el Clxvi como Clxvij y el Clxxiij como Clxxij.
La autora señala también que Cuesta y García Morales (cit., en Fernández Valladares. Burgos 20, p. 134) localizan un ejemplar en la “Colección Galdeano” que no existe en la Biblioteca Lázaro Galdeano de Madrid, por lo que podría ser un ejemplar fantasma. De igual manera, CECLE, junto con otros repertorios, recoge la existencia de un supuesto ejemplar de la edición en la Mediathèque Émile Zola de Montpellier. Sin embargo, este ejemplar no corresponde al texto de Ayala, sino que pertenece a otra traducción que se imprimió por toda Europa poco después de que la del canciller y que partía de la obra de Lucius Annaeus Florus (en adelante Lucio Floro), que sirvió de modelo, por ejemplo, para la traducción renacentista al castellano de Pedro de Vega de once décadas más de las que proporcionaba la versión medieval.
El testimonio conservado en Toledo carece del f. I. El folio Ij, en mal estado de conservación, ha sido parcialmente restaurado. Cuenta con algunas notas marginales, posiblemente de la misma mano que lo restauró, a juzgar por la caligrafía: “Alba Alba” (fol. iij). Algunas de esas notas manuscritas resultan ilegibles por manchas de humedad. Por su parte, en el ejemplar conservado en Salamanca, las cubiertas inicial y final están reforzadas y forradas con hojas de una obra en latín en cuya cabecera se lee De constitutio. La portada, adornada con la misma xilografía, posee una nota manuscrita en parte superior. En el interior, varias pruebas de pluma y algunas notas manuscritas de mano diferente a la de la portada, presumiblemente anteriores, que parecen corregir elementos textuales (fol. Xix; fol. Xxvij).
En cuanto al ejemplar conservado en la Biblioteca del Senado, está mútilo de los últimos 8 folios y queda trunco en la relación de la tabla a partir del capítulo XIII del tercer libro de la segunda década y del glosario de términos.
- Formato:
- Folio
- Repertorios:
- Pérez Pastor. Toledo 74; Beardsley(1970:27); Norton 1121; Ruiz Negrillo. Toledo 136; Martín Abad. Post 929; García Cervigón del Rey 156 (vid. García-Cervigón del Rey, 2024, Incunablesy post-incunables toledanos, repertorio tipobibliográfico (1485-1520), Bibliopegia, pp.288- 289, Disponible consulta online: ">https://www.ucm.es/bibliopegia/file/garcia-cervigon-incunables-y-post-incunables-toledanos-1498-1520-ok">https://www.ucm.es/bibliopegia/file/garcia-cervigon-incunables-y-post-incunables-toledanos-1498-1520-ok ).
En línea: CCPBCCPB000319064-1; IB 11356; USTC 337648.
- Ejemplares:
- Madrid. BNE: R/2557 [ejemplar en muy mal estado de conservación; obedece al estado β, que corrige la errata de la primer estado] y R-8493 [Ejemp. Con una anotación manuscrita al verso de la portada sobre la edición de la obra, oculta parcialmente por una hoja de refuerzo].
Madrid. RAH: 4-2-5/ 2054 [ejemplar mútilo de la portada, es α; posee un ex libris en el fol. ii “Del R[ea]l conv[en]to de S. Gil de Madrid]
Madrid. IES Cardenal Cisneros, XVI/26 (1) [ Ejemplar mútilo de la portada y de los fol. Iij, V, IC y desde el XVLV al VLII y deteriorado en los f. Ii y Iv; ex libris de Francisco A Commelerán].
Madrid. Particular de don Antonio Escudero Coll [perteneció al XVII Duque del Infantado con encuadernación firmada por Ménard]
Montserrat (Barcelona). Abadía Segle XVI.4º.337. [es β, ejemplar mútilo del folio Cxxxvi y deteriorado en la portada y el folio Ii, que ha restaurado con reintegraciones de papel sobre el texto remedado]
Segorbe. BSS [Ejemp. mútilo de la portada, de las h. con sign. a2, a3 y de las 6 h. finales]
Castellón de la Plana. Biblioteca privada, o73 [Ejemp. Mútilo de portadas y de las h, iniciales y finales].
- Paratextos socioliterarios:
- Como en las impresiones precedentes, no forman parte de esta edición los prólogos de Ayala y Bersuire. Comienza pues con el prólogo propio de Livio, que se recoge anteriormente.
- Paratextos editoriales:
- “Nuevamente emprimidas en la imperial ciudad de Toledo por Juan de Villaquirán, imprenssor de libros. 1516, 22 marzo” fol. I. “Aquí comiença el primer libro de la primera década de Tito Livio, el qual fue en el tiempo de las grandes batallas que entre Julio César y Pompeyo fueron, el qual fue natural de la ciudad de Padua” (f. ij). “Aquí comiença la segunda década de Tito Livio de las guerras que fueron entre los Romanos y los Cartaginenses en tiempo de Aníbar emperador y caudillo de Cartago.” (f. Lxxij). “Aquí comiença el prólogo de la tercera década de Tito Livio” (f. Cxxvi). “Laus Deo” (f. Clxxx). “Aquí se acaba las Décadas de Tito Livio nuevamente emprimidas en la imperial ciudad de Toledo por Juan de Villaquirán imprenssor de libros. Acabóse a veinte dos días del mes de março, año del nascimiento de nuestro redemptor y saluador Jesu Christo de mil y quinientos y deziseys años” ( f. Clxxx). “Tabla. Aquí comiença la tabla de las Décadas de Tito Livio Patavino padre de las romanas historias y contiene todos los libros y capítulos por orden según están la composición” (f.Clxxx). “Declaraciones de algunos vocablos que dubdosos parescerán en esta obra.” (f. Clxxx).
- Grabados:
- Como ocurría ya en las ediciones anteriores, solo se encuentra un grabado que decora la portada. Norton 1121 (1978: 401) lo describe parcamente como «woodcut: a doctor writing: two shelves with books in wall at back, between them TITO LIVIO». García-Cervigón del Rey (2024: 288) ofrece una descripción más profusa: “Dentro de una orla formada por cinco piezas xil., completada la banda vertical izda. en la parte superior por dos puntos en vertical y una ʻPʼ y en la inferior por una ʻMʼ yuna ʻEʼ, grab. xil. que representa a un escritor en su escribanía y en la pared del fondo, dos estantes con libros y en el medio de ellos la inscripción, “TITOLIVIO:”. Esta entalladura toledana se empleó nuevamente en 1518 en la portada de la primera impresión de Arnao Guillén de Brocar en Toledo: Arcipreste de Talavera que fabla de los vicios de las malas mujeres e complisiones de los hombres. Nuevamente añadido y con su tabla. (García-Cervigón del Rey y López Varea 2024: 100). Bajo el grabado, un título xilográfico que reza “las Décadas de Tito Livio”. Véase: https://comedic.unizar.es/index/read/id/48
- Notas:
- Palau cita un ejemplar en la biblioteca del Ministerio de Fomento que es el que actualmente se encuentra en la Biblioteca del Senado. Martin Abad. Post. recoge un ejemplar en la biblioteca municipal de Segorbe (Castellón de la Plana) que, sin embargo, no se corresponde con la traducción de Ayala sino con la que Pedro de Vega completa gracias a las Epitomae de Lucio Floro. De igual manera, Philobiblon texid 1581 recoge un posible impreso sevillano que dataría de 1497, que consideran “dudoso” y parece fantasma.
García-Cervigón del Rey distingue dos estados y considera que hay algunos ejemplares [anteriores a α] que presentan un error en el título del capítulo 27. Así, mientras en unos encontramos “Capitu.xxvij. cómo el rey mano que venció la batalla […]; en otros puede leerse "Capitu.xxvij. cómo el romano que venció la batalla”. Asimismo, destaca las siguientes erratas en la foliación: iiij en lugar de (iij) v en lugar de iiij; xxviij en lugar xxxiiij; lxxiij en lugar de lxxj; lxxxv en lugar de lxxxiiij; cxvij en lugar de (cxviij); cxxxiij por cxxxiiij, clviij en lugar de cxlviij; y clvj con el último carácter desplazado hacia abajo en algunos ejemplares" (García-Cervigón del Rey, 2024:288-289).
Algunos títulos del texto, como ya ocurría en las otras ediciones, están impresos en dos colores. García-Cervigón del Rey (2024: 288-289) destaca que los tipos son de dos fundiciones, uno para los titulillos y la primera línea de los capítulos y otro para el texto.
El ejemplar de la RAH está mútilo del folio I, por lo que carece de la portada y del grabado antes mencionado. El ejemplar presenta múltiples notas marginales de al menos dos manos. En el folio Ii hay anotaciones en los cuatro márgenes, algunas de ellas de una extensión considerable. En líneas generales, una de las manos, aparentemente posterior que la otra, corrige elementos textuales y aclara términos dudosos para facilitar la lectura, por lo que presumiblemente son bastante posteriores a la publicación del volumen. Así, en el folio Ii, aclara "200" al lado de un la cifra en números romanos "de cc años"; más adelante, aclara el significado del término "fados" con una nota que reza "son=virtudes"(fol.Iv), incluso corrige la errata antes mecionada del capítulo XXVII del primer libro de la primera década, apuntando "romano" al lado de "rey mano" (fol. vi). Son múltiples los testimonios de estas aclaraciones: "ley agraria es la repartición de los campos" (fol. xvi); "aliados" (fol. xvi). En otras ocasiones, la mano hace juicios de valor respecto del contenido de la obra: ningunas gentes fueron más crueles quelos romanos" (fol. vii), "Jesús, María y Josep sean en nuestras [...]" (fol. xii); "príncipe de Cartago fue Aníbal y valeroso guerrero" (Xciiii); "no avía en él ninguna virtud sino grande soberbia" (a propósito de Escipión el Africano, fol. C); "no la fiereza de los bárbaros romanos" (fo. ciii); "nota la gran soberbia y cruel de los bárbaros romanos" (fo. Cv); "en el capítulo 23 de el libro 3 de la 2 década dizes q[ue] murieron en una batalla 60 mil de una parte, i [...] mil de otra, de donde se sigue que en este capítulo o en el suso otro mientes Tito libio Patavino" (fo. Cviii); "qualquier castigo por grande que fuere era pequeño para punir a los romanos" (fol. cxvi). Esta primera mano es presumiblemente también la autora de una serie de tablas numéricas en las que se suman las bajas de los diferentes bandos de las batallas narradas (fo. cxxvi), cuyo resultado se recoge en ese mismo folio: "murieron de la gente de Aníbal en las batallas contra los romanos 93500"; "y de los romanos fueron muertos por Aníbal y sus gentes 132495, que son cientro treinta y dos mil quatrocientos y noventa y cinco"; " y por otras gentes fueron de los romanos muertos según se escribe en este libro hasta el principio de la 3 década de la 145630, que son ciento y quarenta y cinco mil seiscientos y treinta, que juntas ambas partidas hacen este numero" (fol. Cxxvi). Más tablas y adiciones de muertos pueden encontrarse en los márgenes del fol. clxxi y en el fol. clxxx, donde se puede encontrar un relación completa de caídos por tribu o ejército. Esta mano también recopila, en la tabla final, a la altura del séptimo libro de la segunda década, una relación de dioses y diosas paganas que aparecen en el texto de Livio. En la última página de la tabla, escribe " a los demonios y a las estatuas de piedra que tienen ojos y no ven, pies y no andan, orejas y no oyen y adoráis a las obras de vuestras mano[s], de manera q[ue] más digno es una [...]". En el folio final, pruebas de pluma y de escritura de esta primera mano y dos dibujos que representan dos escudos. Quizá a esta mano se puedaa deber, pues, el dibujo de un animal, presumiblemente un toro, que puede encontrarse en el folio xcvi.
También la mano más antigua comenta el contenido de la obra, aunque en menos ocasiones, pueden encontrarse estas anotaciones en los folios Xvi, xvii, xxii. xxviii, lx, lxx, lxxxvi,xcix.
- Materia:
- Historia
- Edición moderna:
- Curt J. Wittlin (1982), ed. Las décadas de Tito Livio, [traducción de] Pedro López de Ayala, edición crítica de los Libros I a III con introducción y notas, Barcelona Puvill Libros, 2 vols.
- Reescritura:
- 1. Tito Livio y su influencia en la Antigüedad tardía y la Edad Media.
Entre los años 27 y 25 a.C. vieron la luz, de la mano del historiador romano Tito Livio, los 142 libros de su obra Ab urbe Condita, que narraba la historia de Roma desde su fundación organizada por décadas. El texto tuvo una enorme influencia tanto en autores de la antigüedad tardía como en la Edad Media. Durante varios siglos, la circulación de las Décadas de Livio dio lugar a materiales de todo tipo, siendo su influencia notable en autores de la Antigüedad tardía como Séneca, Obsequens, Casiodoro, Pompusiano, Lucano, SilioI tálico, Valerio Máximo, Frontino, Prisciano y san Jerónimo, cuyos elogios a la obra en el prólogo de la Vulgata garantizaron al historiador romano el prestigio en los siglos venideros (Wittlin, 1982: 19). Parece claro que la obra gozó de una difusión considerable, pues se conservan algunos resúmenes y tablas de los libros perdidos. Asimismo, debieron circular las Epitomae de Lucio Floro, una reducción hoy perdida del texto original, que sirvió como base para una de las principales traducciones de las Décadas al castellano, la de Pedro de Vega, que ampliaba el texto añadiendo la segunda década original y las restantes hasta la década número 14.
Durante la Alta Edad Media y hasta el siglo XIII, los testimonios de lectura de escritores influidos por Livio son escasos. A pesar de ello, el conocimiento de su obra se puede rastrear en autores de gran relevancia, como Juan de Salisbury o Dante Alighieri. Delicado Méndez (1991) hace notar su impacto en la cronística peninsular, donde pudo influir lateralmente en la Crónica general de España y la Grande e general Estoria alfonsíes y, más adelante, fue un modelo indudable para la Gran crónica de Espanya de Fernández de Heredia.
Precisamente en el siglo XIV se produjo un renacer en el interés de la obra liviana; ejemplo de ello es la dedicación de Petrarca, que se dedicó a la comparación de diversos manuscritos de la obra en un intento de reconstruir una versión cercana al original. Siguiendo este impulso de recuperación, numerosos monarcas de la época trataron de hacerse con ejemplares de la obra, entre ellos algunos príncipes españoles como Jaime II de Mallorca, Juan I y Alfonso V de Aragón encargaron la adquisición de la obra a lo largo de este siglo. Afloraron también en el XIV los encargos de traducciones de Tito Livio a las lenguas romances. Parece claro que, antes de la traducción de Ayala en castellano, existieron al menos: dos traducciones francesas de la obra (una de ellas, la de Bersuire, modelo directo de la de Ayala y otra anterior a esta que aquel debía desconocer); dos traducciones al italiano (una realizada por Felipe Santa Croce en torno a 1323, que se basaría en aquella perdida traducción francesa, y otra, enormemente celebrada en su época, que se debe a la pluma de Giovanni Bocaccio); y, presumiblemente, una versión en lengua catalana cuya autoría es atribuida por Wittlin a algún miembro del círculo humanístico de Barcelona y que últimamente se ha vinculado con Guillem de Copons (Delicado Méndez, 1991: 332).
2. La traducción de Ayala: fuentes y motivación política
La traducción del canciller Pero López de Ayala al castellano puede insertarse en este renovado interés por la obra de Livio. Realizada entre 1396 y 1400 (pues el manuscrito que lleva dedicatoria está fechado el 23 de marzo de 1401), fue la principal traducción medieval de las Historiae romanae decades al castellano. A pesar de que el canciller tenía conocimientos de latín suficientes como para acometer una traducción sobre el texto latino, tomó como modelo la versión francesa que el monje benedictino Pierre Bersuire había trasladado por orden del rey Juan el Bueno entre 1353 y 1356. Ayala pudo entrar en contacto con la obra del francés durante su estancia en Aviñón, donde fue enviado bajo la tutela de su tío, el cardenal Pedro Gómez Barroso. Bersuire, como Ayala, debió conocer la obra de Livio en el marco del esplendor cultural proto-humanista de dicha corte, donde el monje francés emprendió una gran obra de traducción en la que destaca el Ovidius moralizatus, texto fundamental para la asimilación y reapropiación de la cultura pagana a los estándares del cristianismo, que marcará la imagen del mundo clásico en el siglo XV (Delicado Méndez 1991: 331; Gómez Redondo 2002: 2135).
La traducción francesa de las Décadas fue un encargo del rey Juan I, a quien Bersuire debía una especial gratitud debida a que el monarca le había apoyado cuando una serie de acusaciones de herejía llevaron a su encarcelamiento. En el prólogo a esta edición francesa, el traductor explicita que, en la traslación de la obra de Livio, el rey francés esperaba encontrar ejemplos de conductas caballerescas y militares. Bersuire tradujo todas las partes de la obra que se conocían en su tiempo: la primera y la tercera década (que denominó segunda), junto con nueve libros de la cuarta (que denominó tercera). Tampoco el monje francés se basó únicamente en el texto original, sino que se apoyó en dos trabajos previos fundamentales: el Apparatus Libri Tito Livii “Ab urbe condita” de Nicolás Trevet, un texto escolar financiado por Juan XXIII que pretendía facilitar la lectura del texto del historiador romano; y la labor filológica de Landolfo Colonna de Chartres. La influencia del Apparatus de Trevet es fundamental, porque Bersuire asume en su texto la mayoría de las glosas de aquel, incluso perpetuando algunos errores. El texto de Bersuire, siguiendo el modelo de Trevet, está trufado de notas e interpolaciones en el original que la crítica ha denominado incidents, donde se aclaran conceptos o nombres que podían no ser conocidos por el lector medieval. Esta versión francesa gozó de una enorme suerte editorial, dando lugar, además de a cerca de setenta manuscritos conservados, a tres ediciones impresas: la de Jean du Pré (1486-1487), la de Guillaume Eustache y François Regnault (1515) y, finalmente, la de Gallot du Pré (1530) (Wittlin 1982: 40).
Gómez Redondo (2002: 2135) señala que Ayala eligió deliberadamente traducir a partir de la versión francesa, si bien todo apunta a que el canciller pudo contar con un original latino en que se apoyaría para confirmar algunas lecciones de Bersuire. En este sentido, Delicado Méndez (1991: 369) constata la enorme preocupación que el canciller mostró por la literalidad de la versión francesa, lo que le llevó incluso a traducir los incidents e interpolaciones del autor galo. Este apego al texto francés acaso se explique porque ambas traducciones parecen compartir una motivación creadora común: las preocupaciones políticas y doctrinales de los monarcas que las encargaron. De igual manera que Juan I buscaba encontrar nuevos modelos de conducta y caballería con la traducción francesa de la obra, Ayala ajustó su traslación a un modelo de intenciones cortesanas y de voluntad regia. La búsqueda de proponer nuevos modelos caballerescos en la corte castellana puede responder a la necesidad de Enrique III de reconstruir la dimensión linajística de la corona de Castilla y de inspirar una cierta conciencia caballeresca en la nobleza que abogase por la«ordenanza» y la «disciplina» tras la derrota de Aljubarrota (Gómez Redondo 2002: 2136). Dicho interés dio lugar a una traducción cuya estructura es compleja, pues cuenta con materiales preliminares de tres autores diferentes: por un lado, un prólogo y dedicatorias debidas Ayala, en que el traductor vincula la obra al mandato de Enrique III y expresa su intención de exaltar la ordenanza de caballería centrándose en las batallas e fechos de los romanos; en segundo lugar, el prólogo y dedicatoria de la traducción francesa de Bersuire, que apela a la petición de Juan I el Bueno y que Ayala pudo mantener precisamente por el interés afín de ambas traducciones; y, en tercer lugar el prólogo original de Tito Livio, que es el único que se conserva en las ediciones impresas de la obra en castellano (Gómez Redondo 2002 : 2142).
3. La versión de la imprenta: Pimentel y la refundición
La crítica ha debatido durante décadas sobre si las ediciones impresas de la traducción castellana de las Décadas se correspondían, en realidad, con la versión de Ayala. Tanto Menéndez Pelayo como Nicolás Antonio consideran que la edición salmantina se corresponde con una versión resumida que Ayala pudo haber hecho de su propia obra. Sin embargo, el Padre Sarmiento, en su Historia de la poesía, expresa su decepción porque la versión del canciller hubiera quedado inédita, un juicio al que se suman tanto Salvá y Malleu (p. 158) como Millares Carlo (p. 159) (cit. en Delicado Méndez 1991: 376). Hoy parece haber cierto consenso crítico: la edición impresa se corresponde con una refundición que Rodrigo Alonso Pimentel, segundo conde de Benavente, realizó en 1439 sobre la traducción de Ayala con el objetivo de resumirla en un solo volumen para facilitar su transmisión. Delicado Méndez (1991: 401) señala que Pimentel pudo contar con un ejemplar de la traducción francesa y que su resumen no se limita únicamente a omitir pasajes del original, sino que existen diferencias estilísticas claras entre ambas versiones. Pimentel, en su labor de síntesis, elimina las amplificationes de las versiones francesa y castellana, presenta variaciones en el empleo de las formas verbales y se aleja de la literalidad con que Ayala se había ceñido a la obra de Bersuire.
4. Otros “titolivios” castellanos: traducciones e imprenta.
Todo apunta a que la edición incunable salmantina no fue el primer texto de Livio que se imprimió en castellano en la península. En un pleito entre los herederos del impresor Diego Sánchez de Cantalapiedra y los de Alonso de Porras (probablemente su hijo Juan, que imprimirá las Décadas en 1496), se mencionan unos “Titulibios” que habrían sido impresos en Salamanca antes de 1480 (García-Cervigón del Rey y López Varea 2024: 81). A juzgar por el precio de las impresiones, se ha considerado que esos impresos posiblemente podrían haber sido cuadernos para el estudio de los alumnos del erudito salmantino Elio Antonio, que ejercía de catedrático de poesía y oratoria en la ciudad.
Además, la traducción de Ayala refundida por Pimentel no es la única traslación al castellano de las Décadas que se imprimirá durante el siglo XVI. Apenas dos décadas después de la princeps de la traducción medieval, Fray Pedro de Vega volvió a traducir las Historiae romanae decades. Su traducción es la primera que enumera bien las décadas de acuerdo con el original latino y se vale de las Epitomae de Lucio Floro para ampliar once décadas a las tres de la edición del canciller, por lo que su traducción resultaba mucho más completa que la de Ayala. La editio princeps de esta traducción llevó por título “Las quatorze decadas de Tito Livio hystoriador de los Romanos: trasladadas agora nuevamente de latín en nuestra lengua castellana. La primera, tercera y quarta década según en latín se hallan y las otras onze según Ia abreviación de Lucio Floro” y vio la luz en Zaragoza, en las prensas de Jorge Coci, en 1520 (Delicado Méndez 1992: 109). Además, en la segunda mitad del XVI (1550-1551), fue publicada en las prensas de Estrasburgo una nueva traducción titulada Compendio de las Catorce Décadas de Lucio Floro que se debe a la pluma del humanista Francisco de Enzinas. Este, considerado auctor non gratus, añadió a la edición el nombre del librero de Amberes Arnold Byrcman para facilitar su impresión, un procedimiento que repitió en la edición ginebrina del texto de 1553. Esta nueva traducción de Enzinas se apoya en la traslación de Pedro de Vega, pero la completa con los primeros cinco libros de la quinta década, cuyo original había sido descubierto y publicado en 1531 por S. Grynaeus con prólogo de Erasmo (Delicado Méndez, 1992: 110).
- Testimonios de lectura:
- 1. La problemática de los testimonios de lectura
Posiblemente por la competencia que tuvo la traducción de Ayala refundida por Pimentel en la imprenta, no son numerosos los testimonios de lectura de la obra. Parece claro que tanto Pedro de Vega como Francisco de Enzinas debieron conocer la obra del canciller resumida y la emplearon para nutrir sus traducciones (Delicado Méndez 1991: 480). A esta escasez de testimonios se suma que, a menudo, cuando los inventarios se refieren a la obra de Livio, lo hacen sin especificar la traducción, por lo que se desconoce si la obra a la que se refiere Griffin. Inventario 1540 con esas “3 Décadas de Tito Libio” que figuran en el inventario del almacén de libros del impresor Juan Cromberger (Sevilla, 1540) es la versión de Ayala. Griffin.Inventario 1540 parece no tener en cuenta esta posibilidad. El mismo problema se encuentra en los inventarios estudiados por Hernández González. (vid. Hernández González, Isabel, 1998, "Suma de inventarios de bibliotecas del siglo XVI(1501-1560)", en Libro antiguo español, IV, Ediciones de la universidad de Salamanca, pp. 375-446).
2. Poseedores conocidos
Se conocen los poseedores de algunos de los ejemplares que se conservan de las tres ediciones:
En lo que respecta a los ejemplares conocidos de la edición salmantina, Martín Abad. Cum figuris II (2018: 1357), señala que el ejemplar salmantino que hoy se encuentra en la Biblioteca Nacional con signatura INC/2541 perteneció a la biblioteca de Pascual Gayangos (1809-1897). Por otro lado, el ejemplar disponible hoy en la biblioteca del Palacio Real posee un exlibris real de la época de Fernando VII, bajo cuyo reinado fue inventariado por las cortes y, presumiblemente, adquirido. El ejemplar de la BUCM, perteneció a la biblioteca de María Manuela de Negrete y Cepeda, condesa del campo de Alange (1809-1883) y uno de los testimonios que se encuentran hoy en la BnF (el inventariado con la signatura RES-J-1827) perteneció a las bibliotecas de Salvá y de Ricardo de Heredia, conde de Benehavís. Por su parte, el ejemplar de la biblioteca de San Marino (California) debió pertenecer a la biblioteca de Lopes Azebedo Velho da Fonseca y, posteriormente, a la de Otto H. F. Vollbehr.
De la impresión burgalesa sabemos únicamente que uno de sus ejemplares estuvo en posesión de James P. R. Lyell y de Phillip Hofer (vid. Anninger, Anne, 1985, Spanish and Portuguese 16th Century books in the Department of Printing and Graphic Arts: a description of an exhibition and a bibliographical catalogue of the collection. Cambridge, Mass.: Houghton Library: Harvard College Library. p. 46).
En cuanto a la edición toledana, se conocen los poseedores de tres ejemplares. Pedro Cátedra, en su estudio sobre la biblioteca de Alonso Osorio, VII Marqués de Astorga señala que el marqués tuvo en su posesión un ejemplar recogido en los inventarios A y B de su colección (vid. Cátedra, Pedro, 2002, Nobleza y lectura en tiempos de Felipe II: la biblioteca de don Alfonso Osorio, Marqués de Astorga, Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Turismo, pp. 268 y 501). El ejemplar que hoy en día se encuentra en la biblioteca del IES Cardenal Cisneros perteneció previamente a Francisco A. Commeleran, ilustre latinista zaragozano (García-Cervigón del Rey 2024: 289). Por su parte, Martín Abad. Post. 2016 (929) refiere que el ejemplar que hoy se encuentra en la biblioteca particular de Antonio Escudero Coll (Madrid), perteneció antes al XVII Duque del Infantado, Joaquín Ignacio de Arteada y Echagüe y fue ofrecida en venta primero en la librería Mauricio Álvarez de Bohorques y Luis Crespí de Valldura y posteriormente en Berrocal.
- Bibliografía:
- Alvar, Carlos y José Manuel Lucía Megías (2009), Repertorio de traductores del siglo XV, Madrid, Ollero y Ramos; Brunet, Jacques-Charles (1810), Manuel du libraire et de l’amateur de livres, París; Delicado Méndez, Rosario (1991), Tito Livio en España, Madrid, Prensas electrónicas de la Universidad Complutense pp. 383-409, disponible en línea: ">http://eprints.ucm.es/3257/1/AH3040802.pdf">http://eprints.ucm.es/3257/1/AH3040802.pdf; Delicado Méndez, Rosario (1992), “La tradición directa de Tito Livio en castellano”, Helmantica: Revista de filología clásica y hebrea, 43(130), 105-110; Delicado Méndez, Rosario (2009), "Tito Livio en el Renacimiento español", en Luis Charlo Brea, ed., Humanismo y pervivencia del mundo clásico. Homenaje al profesor Antonio Prieto, Alcañiz-Madrid, IV. 3, pp. 1237-1246; García-Cervigón del Rey, Inmaculada (2019), La etapa de esplendor de la imprenta manual toledana. Repertorio tipobibliográfico (1498-1550). Tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense de Madrid; García-Cervigón del Rey, Inmaculada y María Eugenia López Varea (2024), "Una imagen de Tito Livio en la imprenta incunable y post-incunable española", en El manuscrito medieval: Del pergamino al metadato, coords. Antonio Carpallo Bautista y Manuel Salamanca López, Madrid, Dykinson; García Varona, María Antonia (1994),"Identificación de la primera imprenta anónima salmantina." Investigaciones históricas: Época moderna y contemporánea 14, pp. 25-34; Gómez Redondo, Fernando (2002), Historia de la prosa medieval castellana. III. Los orígenes del humanismo. El marco cultural de Enrique III y Juan II, Madrid, Cátedra; López de Ayala, Pero (1982), Décadas de Tito Livio, ed. Curt. J. Wittlin, Barcelona, Puvill; López Varea, María Eugenia (2017) "La imprenta incunable en Salamanca” en Doce siglos de materialidad del libro: estudios sobre manuscritos e impresos entre los siglos VIII y XIX, dir. Manuel José Pedraza Gracia, eds. Helena Carvajal González y Camino Sánchez Oliveira, Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2017; López Varea, M.ª Eugenia (2018), “El enredijo de los colofones de los incunables salmantinos I: Autoría de algunos colofones y una datación en el Anno ab Incarnatione Domini al modo de Pisa en un incunable de Salamanca”, Pecia Complutense, Año 15, n.º 28 enero, pp. 68-80, <">http://eprints.ucm.es/46143/1/Pecia28-04R.pdf">http://eprints.ucm.es/46143/1/Pecia28-04R.pdf> [Consulta: septiembre de 2024]; Penney, Clara Louisa (1965), Printed Books 1468-1700 in the Hispanic Society of America: a Listing, Nueva York, HSA; Pérez-Pastor, Cristóbal (1887), La imprenta en Toledo. Descripción bibliográfica de las obras impresas en la imperial ciudad desde 1483 hasta nuestros días, Madrid, Imp. de Manuel Tello; Ruiz Negrillo, María Dolores (1991), Impresos del siglo XVI en Toledo. Tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense de Madrid; Simón Díaz, José (1950-1993), Bibliografía de la Literatura Hispánica, Madrid, CSIC. 16v.; Vindel, Francisco (1946), El arte tipográfico en España en el siglo XV, Madrid. Tall. Góngora, v. II. Salamanca, Zamora, Coria y Reino de Galicia; Vindel, Francisco (1951), El arte tipográfico en España en el siglo XV, Madrid. Tall. Góngora, v. VII. Burgos y Guadalajara.
- Notas:
- Philobiblon recoge una posible edición sevillana de impresor desconocido que habría sido publicada en 1497 y que describe como “de existencia dudosa”. Similarmente, Beardsley (1970: 27) señala el testimonio como “dudoso”; todo parece indicar que se trata de una edición fantasma. La edición impresa en las prensas de Coci en 1520, que Delicado Méndez parece vincular con la de Ayala, pertenece a otra traducción del texto, como se puede leer en la portada del impreso: «Todas las Décadas de Tito Livio Paduano que hasta el presente se hallaron y fueron ympressas en latín y traducidas en romance castellano agora nuevamente reconoscidas y enmendadas sobre la vieja traslación y añadidas de más libros». Esta traslación es ya renacentista y fue realizada por Pedro de Vega en 1520, que integra los Epitomae de Floro, ampliando así el texto.
Las ediciones impresas aparecen desprovistas de los materiales prologales que aparecían en la traducción de Ayala, posiblemente por ese afán del refundidor de acortar el texto para reunirlo en un único volumen. Además, existen ligeras variaciones entre ellas durante su recorrido en la imprenta. La principal aparece en el impreso toledano que, probablemente con el objetivo de abaratar la obra, ahorra once pliegos respecto de la edición incunable (García-Cervigón del Rey y M.ª Eugenia López Varea 2024: 97).
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- Juan Pérez Sevilla
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