- Ficha:
- CMDC128
- Autor-es:
- Cartagena, Alonso de (¿1385?-1456), Pérez de Guzmán, Fernán (ca. 1376-1460)
- Título normalizado:
- Oracional de Fernán Pérez
- Variantes título:
- Mss: Oracional, ms. 9156 BNE; Oracionario, ms. 64 BNE; Oracional del Fernad Peres, ms. 1720 BUSal; Oracional de Fernan Pérez, ms. Y-III- 8 BBM; Oracional de Ferrand Peres; ms. 169 BMP; Oracional de Ferrant Perez, ms. Esp. 47 BNP.
Inc: Tractado que se llama el Oracional de Fernand Peres (inc. a2r)
- Destinatario:
- col. Fernán Pérez de Guzmán (ca.1377/1379-1460)
- Fecha composición:
- 21.7.1454-07-21-23.7.1456
- Testimonios manuscritos:
- Siete manuscritos: Madrid. BNE, ms. 64; Madrid. BNE, ms. 9156; Madrid. BME, ms. Y-III-8; Palma de Mallorca. BBM, ms. B97-V3-02 (2); París. BNF: Espagnol 47; Santander. BMPS, ms. 160 (=14); Salamanca. BUSal., ms. 1720.
- Testimonios impresos:
- Un impreso: 1) Murcia: Lope de la Roca y Gabriel Luis de Arinyo, 1487, 26 de marzo.
- Formato:
- Cuarto
- Repertorios:
- Gallardo. 1629; García Morencos y López Serrano. 9; Haebler. 495; Simón Díaz. BLH, III.2, n. 5336; Martín Abad. Inc. A-80; IBE, n. 292; R 1312; Vindel(A) III 205:1; Indice generali degli incunaboli delle biblioteche d'Italia. 350-A; Reichling, Dietrich. Appendices ad Hainii-Copingeri Repertorium bibliographicum: 1312.
En línea: ISTC ia00537300; GW M30942
- Ejemplares:
- Edimburgo. NLSE: Inc. 325 (Imperfecto)
Lugo. Biblioteca Pública
Madrid. BNE: INC/249(3)
Madrid. BNE: INC/659
Madrid. BNE: INC/2532
Madrid. BPR: I/136 (2)
Madrid. RAH: Inc. 154
Madrid. BME: 59-VI-9 (1º)
Madrid. BUCM
Roma. BUAR: INC. 332a
Salamanca. Biblioteca General Histórica: BG/I. 364(3)
Ejemplares digitalizados:
Madrid. BPR: https://rbdigital.realbiblioteca.es/s/realbiblioteca/item/1314#?c=&m=&s=&cv=&xywh=-357%2C-63%2C2213%2C1245
Salamanca. RDG: http://gredos.usal.es/jspui/handle/10366/84379
Madrid. BDH: http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000176306&page=1
- Paratextos socioliterarios:
- Prólogo: "Cuidava noble varon que los civiles trabajos junctos con los cuidados domésticos y el progresso de la edad que a la vejes va en vós declinando atibiassen el vuestro deseo scolástico y el ardor de proveer vuestro alto ingenio de guarniciones de sciencia. [...]" (a2r).
Letra mensajera de Fernán Pérez: "Muy reverendo y no menos muy amado señor, cuando vos acordáredes assí de las aflicciones mas padescidas en esta soledad que se fazen dobladas aunque consoladora y de otra parte cuanto me plazen las escripturas non se fará grave a vuestra merced nin lo avía a importunidad si requiero y imploro la fuente de vuestra sabiduría para fartar la sed de mi deseo que he de mi natural condición. El cual es algúnd remedio a mis tribulaciones y atreviéndome en esto y principalmente en vuestra benigna y humana caridad, acordé ponervos en algúnd trabajo. El cual creo que así como será gracioso y amable a mí, que así a muchos será útile y de gran hedificación [...]" (a3v).
Con esta letra mensajera el noble Fernán Pérez de Guzmán pide el favor al obispo de Burgos de dar respuesta a sus dudas en cuanto a la oración, pues dice: "Señor, yo he singular devoción en la oración y he grand fe en la utilidad que d'ella se puede seguir [...]" (a3v). De modo que todo el tratado se configura en forma de respuesta.
Prefacio: "Podré dezir a vós, studioso cavallero, que lo que Jerónimo escrivió al Papa Damaso comencando a responder a una cuestión que le fizo sobre declaración de aquella evangélica parábola que Nuestro Señor puso del fijo pródigo que penitente al padre tornó, diziéndole así: [...]" (a4r). Responde en el prefacio don Alfonso a la petición hecha por Fernán Pérez, confirmando que se dispone a elaborar una obra que de contestación a su cuestión: "[...] E porque a mí primero ver non fazedes una pregunta, mas tres, pues queredes oír así de la forma de la meritoria oración como de la excellencia y del fruto d'ella [...]" (a4r).
Respuesta: "Capitulo primero [...]" (a4v). Con la respuesta da comienzo a la compilación, configurándose toda ella a partir de las demandas de Fernán Pérez.
Ultílogo: "[P]aresciome a las vezes, amado señor, en algunas escripturas pocas y breves, y de flaco y pequeño efecto, que quier en latino quier en lengua vulgar escreví [...]" (i5v).
Glosas: Contemplación sobre el salmo Judicame Deus (i7r) y Glosa sobre el comienzo y prefacio de Juan Crisóstomo (l2r).
Coplas de Fernán González sobre la muerte del reverendo don Alfonso de Cartagena: "Aquel Séneca espiro / a quien yo era lucilo / la fecunda y alto estillo / de España con él murió / así que non solo yo / mas España en triste son / deve plañir su platón / que en ella resplandesció [...]" (l.5v).
- Paratextos editoriales:
- Íncipit: "Tratacto que se llama El Oracional de Fernánd Péres porque contiene respuesta a algunas cuestiones que fizo el noble cavallero Fernán Péres de Guzmán al reverendo padre, virtuoso perlado, don Alfonso de Cartajena de buena memoria obispo de Burgos, tocantes a la fiel y devota oración" (a2r).
Colofón: "A gloria y alabanza de nuestro Saluvdor y redemptor Jesucristo fue este libro d'estos tres tratados acabado en la muy noble y leal ciudad de Murcia por manos de los honrados Gabriel Loys Ariño notario y maestre Lope de la Roca. Impressores de libros lunes a XXVI dias de marzo, año de 1487 años" (l6v).
- Notas:
- Con respecto al formato de la obra, este presenta oscilaciones entre folio y cuarto como consecuencia de su medida; la obra mide 28,5 cm, lo que se corresponde con un formato de cuarto mayor. Es la misma medida que presentan el Valerio de las historias escolásticas y de España (https://comedic.unizar.es/index/read/id/130) y la Compilación de las batallas campales ( https://comedic.unizar.es/index/read/id/129), prueba de que los tres tratados se imprimieron juntos. El primero en imprimirse sería el Oracional, pues es fruto del deseo de su familiar y discípulo Diego Rodríguez de Almela de que la obra de don Alfonso vea la luz una vez que este había ya fallecido. Junto a este editará su primera obra de juventud, el Valerio, y su obra posterior, la Compilación de las batallas. Sin embargo parece que, según la información que leemos en algunas portadas y en los distintos colofones, en la obra conjunta aparecería como primer tratado el Valerio, seguido este de la Compilación y finalizando con el Oracional de Alfonso de Cartagena, que cerraría la composición. Gallardo dice que: "Al ejemplar que tengo a vista, encuadernado a continuación del Tratado de las batallas campales, [...]" (p. 251). A pesar de que siempre figuran los dos impresores, se ha supuesto que Gabriel Luis de Ariño más que impresor sería quien financió la edición.
El ejemplar de la BNE INC/659: mútilo de la primera h., en blanco. Presenta algunas iniciales manuscritas con decoración floral. El fol. a2 presenta la inicial manuscrita en tinta roja y azul con decoración caligráfica.
El testimonio INC/2532 de la BNE está muy deteriorado por la humedad. Del primer cuaderno ha perdido todo el texto, que fue antiguamente restaurado.
El incunable de la Real Biblioteca: Enc. s. XIX, pasta valenciana marrón, orla dorada en planos probablemente de Santiago Martín; lomo con hierros dorados y tejuelo en tafilete verde: "Batallas campales"; cortes jaspeados; guardas de aguas. Sello: "Inventariado por las Cortes. 1874". An. ms. en g7v. [n. l.]. Falto de a1, g8 y h-l<8/6. Olim ms.: "I-A-4".
- Materia:
- Tratados religiosos, Poesía religiosa
- Edición moderna:
- González-Quevedo Alonso, Silvia (1983), El oracional de Alonso de Cartagena. Edición critica (comparación del manuscrito 160 de Santander y el incunable de Murcia), Valencia/Chapel Hill (Albatros Hispanófila, 28).
- Reescritura:
- Esta obra de Alfonso de Cartagena (1385-1456), escrita en sus últimos años (1454), nace a instancias de Fernán Pérez de Guzmán con el objetivo de responder a una serie de cuestiones espirituales por él planteadas. La questión se asentaba sobre la tradición consolidada entre los scholasticos viri que la empleaban para teorizar y reflexionar en un espacio libre y a la vez formal. A pesar de lo que pueda pensarse por el título, la composición de don Alfonso no pertenece a la literatura de oración sino que obedece a un sistema de argumentación escolástico en el que el obispo expone cuestiones generales que va desmenuzando y detallando hasta llegar a la respuesta requerida, yendo así de lo general a lo particular. El Oracional da una versión simplificada de la doctrina de los Padres de la Iglesia y de juristas y moralistas de la antigüedad clásica greco-latina, lo que crea una fusión entre el mundo clásico y el cristiano. Para ello, Cartagena hace uso de un lenguaje esmeradamente equilibrado con el objetivo de no solamente responder a su amigo, sino a todos aquellos que se planteen las mismas cuestiones. A diferencia de otras obras de don Alfonso, esta se encuentra escrita en castellano, siendo esta su justificación al abandono del latín: "Aun agora más llano quiero ser respondiéndovos en nuestro romance, en que fablan así cavalleros commo omes de pie e así los scientíficos como los que poco o nada sabemos. [...] Mayormente que, pues a todos cumple saber lo que preguntades, convenible paresce que se responda en lengua que se entienda por todos" (a3r). Este cambio de lengua entronca de manera directa con la defensa de una nueva religiosidad, respaldada por el obispo de Burgos, que examina una vinculación más directa entre el ser humano y Dios. Don Alfonso apuesta por un estilo de oración que conecte el corazón con Dios; una religiosidad interior. Por otra parte, la obra puede considerarse como una prolongación dentro de la tradición didáctico-moral, pues no faltan los ejemplos de personajes de otros tiempo cuyos acontecimientos se acercan o alejan a estas virtudes que tratan de exponerse. Respecto a las fuentes que emplea el obispo, hay alusiones a san Agustín, san Gregorio, san Juan Crisóstomo, san Jerónimo, san Ambrosio y san Juan Damasceno (Fernández Gallardo 2012: 263). No son tan abundantes las citas a autores clásicos, aunque sí pueden verse menciones a Séneca y Cicerón.
El tratado está organizado en 58 capítulos encuadrados por un prólogo y un ultílogo, y se concibe como una respuesta en sí misma, donde predomina el uso de la segunda persona en ese intento de crear un discurso escolástico que se acogiera a la convención epistolar. Aquí se tratan aspectos referidos a la virtud y a la religiosidad a través de dos hombres de características particulares: un obispo y un noble. La distribución de la obra es la siguiente:
1.- Prólogo;
2.- Tratado sobre las virtudes (capítulos I-XXIV);
3.- Primera cuestión (capítulos XV-XXXVI);
4.- Segunda cuestión (capítulos XXXVII-XLIV);
5.- Tercera cuestión (capítulos XLV-LI);
6.- Otras cuestiones (capítulos LII-LVIII);
7.- Ultílogo.
De modo que, de las seis cuestiones que Pérez de Guzmán había planteado inicialmente, Cartagena responde a tres. El Oracional asume el esquema de la quaestio escolástica, pero adaptando su formato a una exposición doctrinal de carácter abierto. Frente a otras obras anteriormente escritas por Alfonso de Cartagena, esta aparece escrita en lengua vernácula y no en latín, pues el autor considera que se tratan aspectos que interesan a todos, tanto letrados como legos, por lo que la lengua empleada debía ser accesible a todos. Si bien es cierto que la prosa del Oracional incluye un abundante numero de cultismos consecuencia de la exposición científica que el autor trata de llevar a cabo.
Esta obra de carácter ortodoxo puede considerarse precursora de la devotio moderna donde espiritualidad personal y exterior conviven en la nobleza cristiana. El concepto de oración que se desarrolla en el Oracional se aleja en cierta medida de las prácticas comunes de piedad y devoción como eran el culto a la Virgen y a los santos. Para ello, compara la oración con una petición, como la que puede hacerse al monarca, e incluye una glosa del Padre Nuestro para ejemplificar este tipo de oración, mostrando de manera clara las reticencias del obispo hacia las formas de religiosidad popular. Fernández Gallardo lo define como un cristiano nuevo que recordaba a "los celosos guardianes de la ortodoxia racial la pura esencia de la religión cristiana" (2012: 281).
Por su parte, estudiosos como María Morrás (1991) consideran que este tratado rellena los huecos dejados en el Memorial en la doctrina de las virtudes, por lo que vemos que la obra de Cartagena trasciende los límites fijados por su título llevando a cabo un verdadero estudio de las virtudes. Comienza el tratado con las "virtudes teologales", que considera tres: fe, esperanza y caridad. A partir del capítulo sexto cobran protagonismo las "virtudes intelectuales": inteligencia, ciencia, sabiduría, arte y prudencia. En los siguientes capítulos se profundiza en cada una de ellas y se habla de otras virtudes derivadas de estas mismas, a las que se refiere como "allegadas" o "accesorias". Del capítulo octavo en adelante exhibe las "virtudes morales", haciendo especial hincapié en que las principales son las cardinales, que son: prudencia, justicia, fortaleza y tempranza. De estas, presta una mayor atención a la justicia, de la que destaca como allegadas o accesorias virtudes como: religión, piedad, observancia, agradecimiento, vindicación (venganza moderada), verdad, afabilidad y liberalidad o franqueza.
Tras la exposición de las distintas virtudes, la atención de don Alfonso sí se focaliza, finalmente, en la oración. Al parecer una de las cuestiones de Fernán Pérez de Guzmán era cómo debía ser la oración (Cap. XXIII: "[...] pues preguntades la forma de la oraçión para que sea meritoria e la exçellençia e el fructo"), a la que don Alfonso comienza a dar respuesta en el capítulo XXV ("Esto asi presupuesto podemos començar a responder a vuestra primera questión en que preguntedes que es la forma de la oraçión"). Teoriza en los siguientes capítulos el obispo de Burgos sobre los distintos tipos de oración, que divide en accidental y esencial, y en la longitud idónea que esta debe tener. La segunda cuestión planteada por el noble a la que el obispo trata de responder es la excelencia de la oración, aunque aquí parece que don Alfonso encuentra una mayor dificultad, pues él mismo reconoce que "non sé commo más actamente comiençe a dezir, que si primero digamos qué inporta esta palabra exçelençia o a qué le devemos o solemos atribuyr" (cap. XXXIV). Para ejemplificar de manera sencilla la cuestión elabora un símil entre la excelencia de la oración y el matrimonio. Finalmente, en el capítulo XLII, el obispo se enfrenta a la tercera demanda del noble Fernán Pérez: "El fructo de la oración que fue vuestra cuestión tercera, cuánt abundante e copioso sea, el que de la devota oración se coge bien [...]". Tras dar respuesta a las tres cuestiones del noble, dedica el capítulo XLVIII a establecer lazos entre las virtudes con las que inicia el tratado y la práctica de la oración, lo que le lleva a añadir los elementos que intervienen en el desarrollo de la oración. Por último, en el ultílogo anima a aquellos que leen el tratado a no quedarse en la teoría que ha expuesto en las líneas anteriores, sino en practicar realmente esta nueva religiosidad que les llevará a la auténtica liberación del alma.
Concluye don Alfonso con dos glosas: la apología sobre el "Judicame Deus" y la Declaración sobre san Juan Crisóstomo. En el caso de la primera, el obispo de Burgos glosa una a una las cláusulas del salmo; sin embargo, en la segunda se toma una mayor libertad compositiva, pues el requerimiento del monarca Juan II era elaborar un prefacio que, en cierto modo, resumiese el contenido de la obra. Alfonso de Cartagena, a pesar de no considerarse gran conocedor de la composición, acepta la tarea como un mandado real y elabora una glosa a partir de la paradoja planteada por Crisóstomo.
Pese a la devoción de su discípulo Diego Rodríguez de Almela y de su ferviente deseo de dar a conocer el Oracional, lo cierto es que desde un primer momento la obra tenía limitadas oportunidades de prosperar, y pronto cayó en el olvido.
- Testimonios de lectura:
- El incunable de Murcia, 1487, figuraba en la Biblioteca Colombina. Vid. Athur L-F. Askins (1988), "Muestrario de incunables hispánicos extraviados de la Biblioteca Colombina", en Libro antiguo español, I, pp. 37-53. Aparece recogido entre los libros de religión y teología de la reina Isabel la Católica en Sánchez Cantón, Libros, tapices y cuadros que coleccionó Isabel la Católica, Madrid, CSIC, 1959. En el inventario de la biblioteca del Marqués de Priego aparece un Oracional de Alonso de Cartagena vid. Quintillana Raso, Mª Concepción, "La biblioteca del Marqués de Priego (1518)" en En la España medieval. Estudios dedicados a Don Julio González, Universidad Complutense de Madrid, 1981. Jeremy N. H. Lawrance encuentra un ejemplar en la biblioteca del conde de Haro, vid. "Nueva luz sobre la biblioteca del Conde de Haro: inventario de 1455", El Crotalón, Anuario de Filología Española, 1, 1984. En la biblioteca de doña María de Zúñiga se recoge la Apología sobre el salmo "Judicame Deus" (n.º20) que Jiménez Moreno cataloga entre los libros sobre devotio moderna y "Otro libro pequeño de mano que comiença Contemplaçión mezclada con oración, que, dice, se trataría de la traducción de la apología al salmo" vid. Arturo Jiménez Moreno, "Una biblioteca nobiliaria de principios del siglo XVI: los libros de doña María de Zúñiga, II Duquesa de Béjar (ca. 1462-1533)", en Libros, imprenta y censura en la Europa meridional del siglo XV al XVII, ed. Noelia López-Souto y Inés Velázquez Puerto, IEMYRhd, Salamanca, 2020, p. 141. El ejemplar manuscrito conservado en Francia aparece ya presente en el Catalogus Regius de Nicolás Clément (1608), procedente de los manuscritos del cardenal de origen italiano Mazarin (1602-1661), vid. Juan Miguel Valero Moreno "Formas de la vida espiritual en el Oracional de Alfonso de Cartagena" en Hispania Sacra LXXII, 145, 2020, p. 96. En el inventario A de la biblioteca de don Alonso Osorio, marqués de Astorga, aparece un "Tractado que se llama el Oraçional de Fernán Pérez, de mano" [A10], en el inventario B [B123] "Otro libro mediano, enquadernado en beçerro, de mano; lo que en él está escrito, que es título, diçe: tratado que se llama el oraçional de Fernán Pérez, en letra antigua"; vid. Pedro M. Cátedra, Nobleza y lectura en tiempos de Felipe II. Biblioteca de don Alonso Osorio Marqués de Astorga, Junta de Castilla y León, 2002, p. 423.
- Bibliografía:
- Fernández Gallardo, Luis (2012) La obra literaria de Alfonso de Cartagena (1385- 1456). Ensayo de historia cultural. Saarbrücken: Editorial Académica Española; García Cuadrado, Amparo (2005) "La llegada de la imprenta a Murcia: algunos de sus protagonistas", Murgetana, 113, pp. 33- 44; Morrás, María (1991), "Repertorio de obras, manuscritos y documentos de Alfonso de Cartagena", en Boletín Bibliográfico de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval, 5, pp. 213-245; Valero Moreno, Juan Miguel (2020), "Formas de la vida espiritual en el Oracional de Alfonso de Cartagena", Hispania Sacra LXXII, 145, pp. 95-104. https://doi.org/10.3989/hs.2020.007; Fernández Gallardo, Luis (2008), "Alonso de Cartagena y el Humanismo", La corónica: A Journal of Medieval Hispanic Languages, Literatures, and Cultures, 37, pp. 175-215.
- Notas:
- Cartagena no empleó nunca las formas oracional ni oracionario en el cuerpo de su texto, lo que junto a los indicadores impersonales "llamado", "que se llama" da pie a entender que fue una obra reconocida, probablemente incluso antes de la muerte de Alfonso de Cartagena (Valero Moreno 2020: 100).
El primer incunable (Murcia, 1487) fue preparado por Diego Rodríguez de Almela, a partir de un códice mandado depositar por Cartagena en la Capilla de la Visitación, en la catedral de Burgos. Sería pues el codex optimus, del que deberían servirse los editores. González Quevedo utilizó el ms. Santander. BMPS, ms. 160, que contiene errores, y cuyas lagunas trata de completar a partir del incunable murciano (BNE: INC/249(3)) y el manuscrito 9156 de la BNE.
Durante mucho tiempo se consideró el Oracional el primer producto tipográfico murciano (García Cuadrado 2005: 33).
En alguna ocasión se ha aludido a un nuevo impreso de 1497; lo repertoria Morrás en "Alfonso de Cartagena". En Diccionario filológico de literatura medieval española. Textos y transmisión, ed. Carlos Alvar y José Manuel Lucía Megías, 2002, p. 122, pero parece ser un error por referencia cruzada con el Doctrinal de caballeros de don Alfonso (Burgos: Juan de Burgos, 1497).
La obra es respuesta a una carta de Pérez de Guzmán en la que solicita la sabiduría del obispo para dar contestación a sus dudas sobre la oración. Al final de la obra impresa se añaden ya las "Coplas sobre la muerte de Alonso de Cartagena" escritas por el propio Fernán Pérez de Guzmán, pues la obra ve la luz una vez que el obispo ha ya fallecido. El contenido del tratado, entonces, incluye: Oracional de Fernán Peréz. Contemplación sobre el Salmo "Juzgadme Dios". Glosa sobre un prefacio de S. Juan Crisóstomo. Add: Fernán Pérez de Guzmán: Coplas sobre la muerte de Alonso de Cartagena.
- Responsable:
- Laura Lecina Nogués
- Revisión:
- Grupo Clarisel
- Fecha de publicación:
- 2024-11-15
- Fecha de última modificación:
- 2024-11-15
- DOI:
- https://doi.org/10.26754/uz_comedic/comedic_CMDC128
- Cómo citar:
- Lecina Nogués, Laura, "Cartagena, Alonso de, Oracional de Fernán Pérez, en Comedic: Catálogo de obras medievales impresas en castellano hasta 1600, Zaragoza (España), ISSN 2530-1985 [en linea]. Publicación: 15-11-2024, DOI: https://doi.org/10.26754/uz_comedic/comedic_CMDC128, [Consulta: dd-mm-aaaa].